Los hijos de Rossy de Palma se han convertido en sus acompañantes preferidos a la hora de acudir a según qué eventos. En especial, con Luna, la menor, hace un tándem maravilloso. Con ella posó ante los medios en la presentación de su nueva línea de maquillaje.
La joven acaba de alcanzar la edad más especial de todas, 18. El pasado agosto cumplió 18 años de vida, aventuras, caricias de su madre y confidencias con su alma gemela, su hermano mayor, Gabriel.
Luna se ha convertido en una mujer curiosa, bella, repleta de cultura y de vivencias gracias a que su madre comparte con ella infinidad de momentos con su círculo de amistades. Así no es raro que las paellas de los domingos de la adolescente cuenten con anécdotas de Pedro Almodóvar contadas por el propio cineasta, que una noche de chicas esté repleta de consejos de la inteligentísima Hiba Abouk o que las fiestas se llenen de revelaciones gracias a Bibiana Fernández. ¿Qué otra adolescente puede contar con tener un grupo tan célebre?
Pero no todo van a ser adultos en la vida de la cumpleañera, ella, a pesar de moverse como pez en el agua en el círculo de amistades de su madre, es como cualquier chica de su edad. Sin ir más lejos, celebró su entrada en la mayoría de edad con un almuerzo en una conocida cadena de hamburgueserías madrileña, y sopló las velas en un delicioso helado.
Luna adora la moda, disfruta acompañando a su madre a la semana de la alta costura parisina, donde tienen primera fila en los desfiles de Jean Paul Gaultier, pues su progenitora ha sido musa del diseñador. Como de tantos otros. La joven siente adoración la que le dio la vida y así habla de ella. “Es la persona más especial para mí, la que siempre ha estado ahí, la que nos ha puesto por encima de todo en todo momento, la que me sostiene, la que me hace feliz, la que lo daría todo por mi y yo por ella”, le dedicaba en un cumpleaños.
Pero si pasión tiene la que acaba de cumplir 18 años, la intérprete de ‘Julieta’ siente locura por ella. Mirad cómo habla de la más pequeña de sus dos hijos. “Mi Luna bella, ya te has graduado con 17 primaveras, mi gatita. Eres un regalo de hija, pura, maravillosa, independiente, estudiosa, sensible, fuerte, responsable, llena de curiosidad, de vida y de amor”. Y no duda en calificarla como su mejor trabajo.