¿Bailas? Te damos 10 motivos para hacerlo

Porque además de ser una actividad física completa y creativa, te ayuda a aumentar tu flexibilidad, fuerza, resistencia y buen humor

¿Bailas? Te damos 10 motivos para hacerlo (chica bailando en la playa)

1 Porque le das un buen ritmo a tu corazón.

Bailar de forma regular aumenta el ritmo cardiaco y, a la larga, también el volumen del corazón, y el flujo sanguíneo, y lo hace más eficiente. La capacidad pulmonar también mejora, independientemente de la edad del bailarín. Por esta razón es tan recomendable en personas mayores con problemas de respiración superficial.

2 Eres consciente de tu cuerpo y cuidas tu postura

Sea cual sea el tipo de baile que elijas, adoptar la postura adecuada en cada momento te hace tomar conciencia de tu posición y los grupos musculares que ejercitas. Y esto lo trasladas a tu vida cotidiana y, casi sin darte cuenta, mantendrás una buena higiene postural que te evitará dolores de espalda y lesiones. Ah, y te cansarás menos.

3 Ganas fuerza, resistencia y velocidad

Todo esto sucede gracias a que mantienes una postura ('estiras'), te desplazas y ejercitas tu musculatura durante un tiempo y siguiendo un ritmo que varía de intensidad. Estas tres cualidades las trabajarás siempre que te muevas al ritmo de la música pero, sobre todo, si te decides por bailes más rápidos e intensos, como la salsa...

4 Aumentas tu capacidad de movimiento

Y tu flexibilidad, por lo que es una práctica muy recomendable para personas con rigidez articular. De hecho, un estudio de la Universidad de Washington estudió los beneficios de bailar tango de forma asidua en enfermos de párkinson. La investigación constató una mejora en la amplitud de movimientos y en el equilibrio de los pacientes.

5 Quemas calorías casi sin darte cuenta

Bailar te ayuda a eliminar grasas y, en consecuencia, a mantener tu peso. Los bailes de salón como la samba, el tango o el chachachá ayudan a quemar entre 210 y 260 calorías por hora. Podemos llegar a quemar hasta 500 calorías en bailes más intensos como el zumba o el swing.

6 Porque ayuda a pensar y resolver problemas

Así lo afirma el psicólogo y bailarín, Peter Lovatt, cuyas investigaciones han demostrado que el baile improvisado ayuda a resolver problemas con múltiples soluciones (pensamiento divergente). Un baile estructurado, en cambio, refuerza tu pensamiento convergente, es decir, el que requiere hallar una única respuesta válida.

7 Y frena el envejecimiento de tus neuronas

Incluso más que resolver crucigramas asiduamente. Es lo que nos dice Joe Verghese, neurólogo de la Escuela Albert Einstein de Medicina de Nueva York. Según Verghese, recordar pasos continuamente refuerza el cableado neuronal y puede reducir en un 76% el riesgo de demencia senil (frente al 47% de los crucigramas).

8 Te beneficia en cualquier etapa de tu vida

En la menopausia, con la pérdida de colágeno, podemos sufrir dolores articulares y falta de flexibilidad. Por eso, en esta época necesitamos más que nunca mantener la fuerza muscular que sostiene las articulaciones, ejercer la elasticidad.

9 Dibuja una sonrisa en tu rostro

Es casi imposible bailar sin sonreír. Y es que moverte al ritmo de la música aumenta la producción de endorfinas, neurotransmisores relacionados con el bienestar. El compañerismo y la complicidad que se crea en la clase ayuda a sobrellevar situaciones de tristeza o vulnerabilidad anímica.

10 Y alimenta tu sociabilidad y autoestima

Las mismas endorfinas que elevan tu ánimo te ayudan a sentirte a gusto con tu cuerpo. No se trata de bailar mal o bien sino de expresarte de dentro afuera, desde la emoción que te provoca la música. El hecho de compartir esta experiencia, además, la hace más profunda y te ayuda a ampliar tu círculo de amistades.

 

PARA GUSTOS, BAILES, TIENES DONDE ELEGIR

Tú marcas el ritmo según tus necesidades y capacidad. Te explicamos algunas de las posibilidades...

Danza del vientre. Conecta con tu feminidad, aumenta tu autoestima y fortalece el suelo pélvico. El trabajo abdominal mejora los procesos digestivos y alivia los dolores menstruales. El movimiento de las caderas activa el periné y ayuda a tratar las pérdidas de orina. 

Zumba. Este baile que mezcla coreografías con ejercicios aeróbicos al ritmo de música movida te ayuda a ganar fuerza, flexibilidad y a perder peso. Tonifica especialmente los glúteos y las extremidades.

El swing. Para las nostálgicas está la opción de practicar el ritmo de moda en el Nueva York del crack del 29. Trabajarás la resistencia y la coordinación, ganarás flexibilidad, especialmente en las extremidades inferiores y, seguro, te divertirás con su alegre música.

 

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