Es emocionante comprobar que el fútbol es más que 22 jugadores tras una pelota, mucho más que practicar un deporte o soñar con ser Ronaldo o Messi, ya que tiene la capacidad de hacer amigos, brindarnos momentos de felicidad, hacernos tocar la gloria, ‘aparcar’ los problemas e infundirnos ánimo. En definitiva, de crear un mundo mejor. Y los niños, también en esta ocasión, nos llevan la delantera a los mayores. Tres equipos infantiles, aunque hay muchos más, nos demuestran que jugando a los que les gusta se pueden alcanzar grandes logros y cambiar las cosas. Iniciativas que fomentan que la educación es la base para un futuro más justo y solidario, donde nadie tenga que estar siempre en el banquillo.
Partidos unisex
El fútbol no entiende de sexos, incluso las dos únicas presidentas de equipos de LaLiga Santander prefieren hablar de trabajo y de camaradería que de lo que se siente siendo mujer en Primera. Por eso, hay que dar voz al infantil del AEM de Lleida, ya que es el único equipo en Cataluña formado solo por chicas, que juega en la Liga de Segunda masculina y encima no solo practica el deporte rey sino que lo hace bien: ganaron la Liga 2016-17. Antes el Rayo Vallecano femenino venció en la temporada 2015-16 la Liga masculina y logró el ascenso a la Primera Infantil. Los comienzos no fueron fáciles (e incluyen más de una abultada derrota), pero siguieron trabajando y luchando. Lo mejor es que ellas no saben que están rompiendo un tabú, simplemente hacen lo que les gusta, sin prejuicios de ningún tipo y sin pensar en acabar con estereotipos. Su éxito es el de todas las niñas, pero también de todos los niños, ya que juntos, educando en la igualdad, serán capaces de conseguir un mundo mejor y más justo.
La violencia se queda en casa
Tristemente es habitual comprobar como en la grada se portan con menos deportividad que en el campo y que padres y familiares insultan, gritan y menosprecian a los jugadores. Según los datos de la Comisión Estatal Contra la Violencia, el Racismo y la Xenofobia en el Deporte, “el fútbol acapara el mayor número de infracciones cada temporada. En 2015-2016 se registraron el 98,3% del total”. Por eso, la iniciativa del Bertamiráns FC, para hacer que el campo sea un escenario pacífico, es sumamente esperanzadora. Para recordar a todos los valores principales de este deporte y rebajar los ánimos exaltados del público, el club ha colocado el siguiente cartel: “Atención: en este campo los protagonistas son los chavales. Los demás, aplaudimos y animamos. Si se pone muy nervioso/a… Al lado de la cafetería hay una puerta (puede ir a contar los árboles que están enfrente). Gracias por ayudar a que los chavales lo pasen bien”.
Aquí, jugamos todos
Porque en el fútbol todos somos jugadores de primera, el ayuntamiento de León, en colaboración con la Fundación Eusebio Sacristán y el Puente Castro CF, ha puesto en marcha un programa para acercar este deporte a los sectores de la sociedad más desfavorecidos. Así, niños con riesgo de exclusión social, con alguna discapacidad o con un menor nivel competitivo pueden jugar, sin preocuparse de nada más.
‘Football Can’: el poder de cambiar las cosas
Las personas progresamos con las relaciones con los demás, con las experiencias que vivimos que nos hacen ser como somos, con los momentos de felicidad... El fútbol tiene la capacidad de hacer amigos, dar alegría, aparcar problemas o dar esperanza... En definitiva, de hacernos progresar, en un sentido más amplio del económico, contribuyendo a crear un mundo mejor.
Banco Santander quiere contribuir al progreso de las personas y de las empresas, ayudándoles a prosperar en sus vidas de diferentes maneras (invirtiendo en sus negocios, financiando su educación...). También el fútbol, el deporte más popular del mundo, es capaz de ayudar a la gente. De cambiar el mundo. Por eso, Banco Santander es el patrocinador de LaLiga Santander, la UEFA Champions League y la Copa Libertadores en Latinoamérica.