Hay prendas que sobreviven al paso del tiempo y siempre se vuelven a llevar. Durante unos meses se almacenan en el fondo del armario y con el cambio de estación vuelven a vivir un esplendor que nunca parece llegar al ocaso. Entre las tendencias de primavera que siempre funcionan están los clásicos vestidos camiseros, tan prácticos, versátiles y funcionales, pero, por encima de estos, se encuentran los siempre favorecedores vestidos blancos.
Convertido en el vestido que siempre triunfa en primavera, el blanco suele presentarse en diseños bastante sencillos y convencionales. Lo vemos en el típico vestido ibicenco, en el bohemio y de crochet y en los favorecedores babydoll. Da igual cuál sea el corte de la prenda, el largo o el diseño, los vestidos blancos siempre son un buen fichaje (en el caso de no tener ninguno de fondo de armario) porque sientan bien a todo el mundo y son muy fáciles de combinar.
Eso por no hablar de lo juveniles que resultan. Ahora que las firmas empiezan a poner sobre la mesa su personal interpretación de las tendencias de primavera, muchas ya han incluido entre sus propuestas algunos de los vestidos blancos que estamos seguras se agotarán muy pronto. ¿El motivo? Más allá de las propias tendencias, los vestidos blancos siempre son un bestseller porque solucionan los looks de la primavera y el verano y sientan bien a todas. Echa un vistazo a estas diez propuestas y ficha el que más se adapta a tu estilo y tus necesidades.
Vestido blanco, el mejor fichaje de la primavera y del verano
Por todas es sabido que para que un armario cápsula cumpla con su cometido debe tener entre sus prendas un vestido negro, unos vaqueros y una camisa blanca y estamos completamente de acuerdo. Pero los gurús de la moda se olvidan de un básico indispensable de fondo de armario: el vestido blanco. Quizás por tratarse de una prenda que experimenta una temporalidad (no lo verás en otoño o en invierno), el vestido blanco no suele estar incluido entre las prendas básicas de fondo de armario, pero lo cierto es que tiene el mismo poder que un vestido negro y estas características son la mejor prueba de ello.
- Versatilidad: Tiene la capacidad de adaptarse a una amplia variedad de ocasiones y estilos y puedes llevarlo tanto de día como de noche, sólo tienes que añadirle distintos complementos en función del contexto.
- Atemporalidad: Es un color que nunca pasa de moda, da igual cuáles sean las tendencias. Fichar un vestido en este color te garantiza tener una prenda que usarás durante muchas, muchísimas, temporada, por lo que habrá sido una compra inteligente.
- Frescura: Por algo en el sur las casas son de este color. Cuando el calor aprieta, nada mejor que apostar por prendas en tonos blancos para rebajar un poco la temperatura.
- Fácil de combinar: Es una tonalidad a la que le va bien cualquier color de la amplia gama cromática, sólo tienes que elegir el que más te guste o más te favorezca. Puedes combinar tu vestido blanco con colores vibrantes para un look más llamativo u optar por tonos neutros para un estilo más sofisticado y de inspiración romántica.
- Se adapta a diferentes cortes y estilos: Lago, midi, corto, con mangas a la sisa, abullonadas… Da igual cómo sea el diseño, el blanco se adapta a todos los cortes, estilos y tendencias.
10 vestidos blancos que se agotarán pronto porque solucionan la primavera y el verano y sientan bien a todas