Supervivientes 2020 está que arde. Los concursantes llevan ya tres semanas en Honduras y el hambre, las malas condiciones y la convivencia van haciendo mella. Una isla que Bea Retamal ha abandonado ya al convertirse este jueves 5 de marzo en la primera expulsada de la edición. Sin embargo, esto no fue lo único que ocurrió durante la tercera gala del ‘reality’, en donde por fin los espectadores pudieron ver a Rocío Flores hablando sobre su problema con su madre. La hija de Antonio David se sinceró como nunca y confesó que no esperaba nada de ella.

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Durante la gala, además, Elena sorprendió con una pitada en la frente. La madre de Adara lució con orgullo la palabra Solá, en referencia al apellido de su novio: Pedro Solà. Un bonito gesto que no pasó desapercibido en plató, en donde Jorge Javier incluso llegó a bromear sobre la posibilidad de que se tratara de un homenaje a Maite Galdeano.

Elena

Esta no es la primera vez que Elena homenajea a su chico desde que está en la isla. Aunque en un principio intentó mantenerlo en secreto, las declaraciones de amor de la concursante a Pedro, un empresario catalán del entorno de Rodri, ex compañero de Adara en ‘GH 17’, han terminado por confirmarlo. “Es la primera vez en mi vida que tengo esa sensación de felicidad. Pedro te quiero”, aseguraba la madre de Adara un día después de aterrizar en Honduras.

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Yiya

Pedro y Elena comenzaron su relación gracias a que Adara participó en ‘Gran Hermano. Aunque su relación está muy avanzada, la pareja todavía no vive junta. Además, la concursante de ‘Supervivientes’ no se lleva bien con la familia de su novio o, al menos, no acudió a la boda de una de sus hijas, según aseguraron el pasado sábado en ‘Viva la vida’.