Los negocios en los que Efrén Reyero ha invertido su patrimonio: qué hace cuando no está concursando en 'GH DÚO'

Conocimos a Efrén Reyero (41 años) hace ya 15 años, cuando se convirtió en tronista del entonces exitoso programa ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’. Su trono fue uno de los más comentados porque terminó con un ‘engaño’ al programa que conmovió al público que había seguido su trayectoria, y es que se supo que durante las grabaciones él ya estaba conociendo a una chica que trabajaba como colaboradora y con la que después mantuvo una duradera relación.

Después ha ido apareciendo de manera intermitente en televisión. Pero no fue hasta el verano de 2020 cuando volvió a convertirse en noticia después de conocerse que había iniciado una relación con la que hasta entonces solo había sido una buena amiga, Marta López. Estuvieron juntos algunos meses en los que la colaboradora defendió cada tarde en el plató de ‘Sálvame’ una relación en la que muchos, entre ellos su fiel amigo Kiko Hernández no creían. Finalmente, no duró mucho, pero hace poco recuperaron su amistad y ahora se han convertido en pareja para participar el 'Gran Hermano Dúo', aunque él ha dejado muy claro que no tienen intención alguna de que lo suyo vaya más allá de la amistad, e igual ni eso, porque en este momento entre los dos hay de todo menos buen rollo y el extronista ha llegado a decirle que: “no estás conmigo porque yo te dije que no soportaba cómo eres de intensa”.

Pero, ¿qué ha hecho Efrén durante todos estos años? Pues la verdad es que no ha perdido el tiempo y no ha necesitado la televisión para seguir adelante, pues poco a poco se ha ido haciendo un hueco en el mundo de los negocios. En 2009, cuando aún estaba sentada en el trono del programa de Emma García, ya dio de alta una sociedad con el fin de gestionar su imagen y los ‘bolos’ para los que le llamaban entonces, que eran muchos. En aquel momento, en que el boom de las redes sociales aún no había llegado, la gran forma de monetización de tronistas y pretendientes era hacer apariciones en discotecas, hacerse fotos con el público pasar un ratito y por supuesto cobrar por ello. La empresa se llamaba ‘Efren C&E SL’ y solo se mantuvo activa hasta 2013, último año en que presentó cuentas, desde entonces no ha habido movimiento alguno, aunque aún no se ha liquidado.

Un año más tarde, en 2010, y en este caso con domiciliación en su tierra, Málaga, y no en la capital, fundó ‘Axarcopa SL’, dedicado a “La explotación de toda clase de bares, restaurantes, cafeterías, salas de fiestas, espectáculos y demás establecimientos de actividades relacionadas con los mismos” con el fin de gestionar la sala de fiestas, Sweet Torre del Mar, que puso en marcha. Una iniciativa empresarial que no siempre ha ido bien, pues en 2016 sufrió un incendio provocado por unos ladrones que le hizo acumular pérdidas y aunque en 2017 reinauguró y parecía recuperarse lo cierto es que no ha ido todo lo bien que le gustaría, pues el último año fiscal, 2022, ha facturado 76.000 euros, que suponen unos tímidos beneficios de 2.200. Su intención era reconvertirlo en restaurante, pero la pandemia frenó sus planes y parece que por el momento no ha encontrado la manera de llevarlos a cabo.

Entre otras cosas porque ha estado centrado en otros negocios, pues en 2022 se atrevió con ‘Mabui Luef SL’ con el objetivo de gestionar la clínica estética que abrió hace menos de dos años en Málaga, concretamente en Torre del Mar, bajo el nombre Mabui Estética. Este es ahora su gran proyecto y lo administra en solitario. Por ahora no se sabe con qué suerte puesto que su corto recorrido hace que sea imposible consultar las cuentas de la empresa, pero por lo poco que él ha contado, se siente muy optimista al respecto.

Tendrá, seguro, mucha confianza en su equipo que es quién está al cargo mientras él concursa en 'Gran Hermano', y su participación en el reality, el hecho de que su nombre vuelva a sonar en los medios, es seguro un buen impulso tanto para la sala de fiesta como para la clínica, que vuelven a estar en el mapa de los ‘negocios de famosos’, algo que suele causar mucha curiosidad. Y quién sabe, quizá con la inyección económica que le supone la televisión logra sacar adelante el proyecto de restaurante que tenía en mente. Mucha suerte.