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David Bisbal. Reconozco que, aunque no me compraría nunca un disco tuyo, creo que eres el más artista de todos los que salieron de OT. Tienes una voz personal y luz en el escenario, sabes explotar tu punto sexy y quieres que creamos que sigues siendo aquel chico sencillo de Almería que cantaba en una orquesta.
Sí, pero… no cuela, admirado vate. Empezando por la elección de tus novias, todas chicas bien, lo que me recuerda aquella semidisculpa de un Serrat acusado del mismo pecado, “¡es que las pijas están muy buenas!”, hasta esa falsa bonachonería que exhibes en público, por no hablar de lo que me ha dolido tu frio abrazo a nuestra Chenoa… ¡Je suis Chenoa! Por cierto, director, póngame un suplente, ya que corro a acogerme a un programa de protección de testigos para ocultarme de las fans de Bisbal, esas chicas tan guerreras. Que una es valiente, pero no tanto.