Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS
Este fin de semana la hermanísima de Beyoncé, Solange, se casaba en una boda en la que todos los invitados tenían que acudir vestidos de blanco.
¿Qué es eso de que nadie más que la novia pueda vestir de blanco? Para los Knowles eso no son más que tradiciones absurdas y ellos prefieren decantarse por el ‘total look’ en las ceremonias, en las que absolutamente todos deben de ir de exacto color. Aunque esto signifique que tu hermana, la diva entre las divas, pueda hacerte sombra. Un sentimiento con el que Solange ha debido de lidiar toda su vida.
Solange y el director de vídeos de música Alan Ferguson se casaron el domingo 16 en Nueva Orleans, en una pequeña iglesia a la que la artista llegó en bicicleta. Vestida primero con un traje pantalón de Stephanie Rolland, para después cambiarse a otro estilismo firmado por Humberto Leon para Kenzo. Así, el look nupcial de Solange no era el que se esperaría de una novia al uso. Con pantalones, escote en V y capa, la hermana de Beyoncé demostró que le sobra personalidad para ser la novia que nunca nadie antes había visto. Solange hizo su entrada al ritmo de la canción ‘I love the lord, he heard me cry’, todo un himno para la pareja.
El novio se atusó esa barba ‘hipster’ que gasta y lució un elegantísimo traje sastre en color blanco, zapatos negros con puntera dorada. Alan también llegó a la iglesia pedaleando, dejando bien claro que las limusinas son cosa de sus cuñados, y que él y su señora prefieren los medios de transporte alternativos.
¿Y qué llevó Beyoncé? Un ajustadísimo vestido de Jacquard, sencillo, pero muy efectivo. Sabía que debía permanecer en un discreto segundo plano y así trató de hacerlo, aunque cuando eres la ex líder de las Destiny’s Child esto sea misión imposible. ‘Queen B’ estuvo acompañada por su marido, Jay Z, y por la la hija de ambos, Blue Ivy, que es la versión mini del rapero.
Al enlace estuvieron invitados 200 personas. Dos centenares que disfrutaron de la divertida fiesta en la que la música tuvo un papel determinante con actuaciones de artistas como Questlove, Kelela o Kindness. Todos bailaron desde el primer momento y se entregaron a una celebración en la que el amor era lo más importante.
La ceremonia puso el punto final a un fin de semana de celebraciones que arrancaron el viernes por la noche con una fiesta para todos los más allegados. Después, el sábado, se produjo una cena muy especial en el Indywood Theater, un cine que alquilaron en exclusiva para que todos sus invitados tuvieran privacidad y pudieran disfrutar del local. Se proyectó la película de Diana Ross ‘Mahogany’, el film que vieron Solange y Alan en su primera cita, por lo que para la pareja tenía un significado muy especial. También se proyectaron vídeos personales, algunos que habían grabado Solange y Alan durante sus primeros meses de relación.