Tres años atrás, el 11 de febrero de 2012, el mundo de la música quedó conmocionado ante la noticia del fallecimiento de una de las grandes divas de la canción mundial. Whitney Houston tenía solo 48 años y fue encontrada sin vida, ahogada en la bañera de la habitación que ocupaba en el Beverly Hills Hotel, uno de los más lujosos de Los Ángeles. Ahora, en febrero de 2015, es su hija Bobbi Kristina, de 21 años, la que se encuentra en estado de muerte cerebral, tras haber sido encontrada en la bañera de su domicilio en unas circunstancias muy parecidas –y que la policía investiga– a las de su famosísima madre.
La cantante, que siempre se encontraba preparando la fiesta previa a los Grammy y su última aparición pública había sido el 9 de febrero. Según parece, Whitney se encontraba en la habitación acompañada de su peluquera, su estilista y dos guardaespaldas. Al percatarse de que tardaba demasiado en salir del cuarto de baño, la peluquera entró y encontró el cuerpo inerte de la cantante. Los servicios de emergencia trataron de reanimarla durante 20 minutos, pero nada se pudo hacer por salvar su vida. La autopsia reveló que Whitney había consumido cocaína poco antes de su muerte y en su organismo se encontraron restos de varios fármacos (calmantes y ansiolíticos), además de alcohol y cannabis. Sin embargo, y puesto que sus pulmones aparecían encharcados de agua, se concluyó que había muerto por "ahogamiento accidental".
Su entierro tuvo lugar en Newark, ciudad en la que había nacido, y fue multitudinario. Allí estuvo, desolado, su exmarido y padre de su única hija, Bobby Brown, de quien se había separado en 2007. Ahora, Brown permanece al lado de su hija en la habitación del hospital de Atlanta. Los médicos no pueden hacer nada por la joven y han trasladado al padre la decisión de desconectarla de las máquinas que la mantienen con un hilo de vida, un amargo trance que podría suceder en las próximas horas.
Whitney Houston tenía una voz prodigiosa. Su carrera como actriz fue discreta, pero el éxito de 'El guardaespaldas' (1992), junto a Kevin Costner, fue indiscutible, sobre todo porque su banda sonora –interpretada por Whitney– figura como la más vendida de la historia, con más de 45 millones de ejemplares, y con la que permaneció 50 semanas (prácticamente, un año entero) como el número 1 en las listas de éxitos.