Los nervios en La Voz están a flor de piel. A una gala de conocer al ganador de esta nueva edición, Esperanza, una de las concursantes que ha llegado hasta la final, y se erige como favorita entre sus compañeros, se metió de tal manera en su interpretación de ‘Broken vow’ de Lara Fabian, que terminó la actuación desorientada y algo confundida. Fue el presentador del programa, Jesús Vázquez, quien intentó colocarla frente a los coaches, que sorprendidos esperaron a que retomara la serenidad tras una emotiva puesta en escena. Esperanza estaba tan desorientada que incluso se olvidaba de llevar el micro a la boca para que pudieran escucharla. Jesús bromeó diciendo que se había quedado “fuera de cobertura” y enseguida le ofreció un vaso de agua y la posibilidad de sentarse. Las caras de Malú y Alejandro Sanz reflejaban preocupación e inicialmente no sabían si reir y aplaudir o simplemente esperar hasta verificar que la concursante no necesitaba asistencia.
Alejandro Sanz, que en un primer momento comentaba, entre risas “se le ha ido la olla”, llegó a confesar después, calmados los nervios, que, incluso para él mismo, “es muy difícil medir, muchas veces, la emoción sobre el escenario” . Un comentario con el que el coach intentó animar a la concursante de su equipo, que insistía en que se encontraba en perfectas condiciones. “Se cree lo que hace y eso es lo más importante”, terminaba diciendo el intérprete de ‘Y si fuera ella’.
La cara de Malú era de absoluta preocupación, hasta el punto de que no pudo aplaudir hasta que Esperanza se recuperó. Una vez pasada la alarma y después de que la concursante abandonara el plató, Malú compartió con el público que se había "asustado un poco" tras haber visto a Esperanza, tan afectada y “desbordada” por su actuación en la que lo dio todo hasta la extenuación.
Un momento de susto y preocupación que nunca se había vivido en las cuatro ediciones de este programa que busca el talento y la mejor voz de España.