El 4 de febrero, Erik Putzbach se sintió ultrajado. Después de que su marido, Rafael de Marchena, falleciera a comienzos de este año, su testamento fue leído ayer lunes, fue entonces cuando el estilsta se llevó la peor de las sorpresas: su pareja le había estado mintiendo, jamás le incluyó en el mismo, pese haberle prometido todo lo contrario.
Lecturas ha podido saber en exclusiva cómo se siente Putzbach ahora que descubre que vivió una mentira. El estilista está muy dolido, pues siente que durante este tiempo Rafael le estuvo engañando, él, que confirmó que le había incluido en su testamento, jamás lo hizo. La última modificación del mismo data de 2014, bastante antes de que los dos se diesen el ‘sí, quiero’. Tras eso, ni una modificación más y, tampoco, una mención al hombre que fue su último y gran amor.
La pareja se casó el pasado año en una elegante ceremonia para la que no escatimaron en gastos. Erik y Rafael invirtieron 50.000 euros en que su enlace fuera tal y como siempre lo habían soñado. Fue una boda repleta de alegría y con las personas que siempre confiaron en su amor, un amor que supo vencer los casi 50 años que les separaban.
Cabe destacar que la pareja había vivido una importante pelea semanas antes del fallecimiento de Rafael. Los enamorados discutieron, y Rafael acabó echando de su imponente vivienda de Los Ángeles a Erik, quien estaba fatal a consecuencia de este desencuentro. El de raíces alemanas no podía imaginar que, solo un mes más tarde se vería, además de viudo, abrumado por el sentimiento de engaño que le ha provocado descubrir que su marido jamás le incluyó en su testamento, como tantas veces le dijo y hasta aseguró en televisión. La decepción de Putzbach para con su amor, ahora resulta mayúscula.