En materia del corazón, lo mejor de una pelea de pareja no es la reconciliación sino materializarla. Y Tamara Falcó (41 años) e Íñigo Onieva (33 años) parece que no han perdido el tiempo. Este martes, la hija de Isabel Preysler confirmaba su reconciliación con el ingeniero. Tres meses desde que rompió su noviazgo y su compromiso fulminantemente al conocer las infidelidades de su novio, y tras los que han decidido darse una segunda oportunidad. Después del 'milagro' de Navidad escenificado en un reencuentro de película en una Misa del Gallo, la pareja protagonizó una emocionante y romántica bienvenida al 2023 en el más absoluto secreto en casa de Isabel Preysler, pero en su ausencia. Una Nochevieja que se prolongó hasta bien entrado el 1 de enero y del que tenemos todos los detalles.
Una Nochevieja de reconciliación pasional entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva
Desde que, a finales de septiembre, Tamara Falcó decidió dar un portazo a Íñigo Onieva tras las infidelidades que habían salido a la luz después del vídeo filtrado besando a otra mujer, han sido muchos los encuentros secretos de la pareja que han acabado conociéndose. No fue un portazo definitivo. Ya intuíamos que el joven empresario había conseguido meter el pie y mantenerla entreabierta... o colarse por una ventana.
Tal como ha contado la periodista Pilar Vidal, Tamara Falcó e Íñigo Onieva volvían a verse en público en la madrugada del 24 de diciembre, en la Misa del Gallo oficiada en la Parroquia de Puerta de Hierro. Si bien no compartieron banco, sus miradas se cruzaron en el momento en que fueron a "adorar al Niño Jesús", y se obró la magia. O mejor dicho, que el ingeniero haya estado todo este tiempo "a pico y pala" ha dado sus frutos.
"Íñigo estuvo desde las 00:30 hasta las 13:00"
La nueva ocasión en la que se han visto fue en Nochevieja. Ha trascendido que Íñigo acudió a casa de Isabel Preysler ya como invitado, y dejando claro como pareja, que era un encuentro ya reconciliados y retomando su noviazgo. Después de cenar con su familia, acude a 'Villa Meona' pasada la medianoche. "Unos metros antes de entrar a la casa, él se detiene sobre su moto, saca su móvil, escribe un mensaje y se abre el portón", ha contado la periodista Sandra Aladro.
Tras esta acción sucede un lapso de tiempo de más de doce interminables horas, aunque seguro que para Íñigo y Tamara pasaron volando. "Íñigo Onieva no sale de esa casa hasta la una de la tarde del día siguiente del 1 de enero... Para ser exactos, estuvo desde las 00:30 horas hasta la 13:00", continua explicando antes de matizar: "Él sale con la misma ropa y la misma moto con la que había entrado en el domicilio. Vamos, que hubo un reencuentro con mayúsculas".
"Espero que no se vuelva a equivocar"
Cabe señalar que Isabel Preysler dio la bienvenida a 2023 fuera de casa, pues estuvo pasando la Nochevieja en Miami. La 'socialité' se habría pronunciado ya con una frase escueta, pero con retranca: "Espero que Íñigo no se vuelva a equivocar".
La marquesa de Griñón que, tal como ha podido saber en exclusiva Lecturas, ha provocado la ruptura entre su madre y Mario Vargas Llosa, habría cambiado de opinión con respecto a su exnovio al enterarse de que 'tiraba' la toalla por intentar recuperarla. Llega a oídos de la marquesa que Onieva está "planificando con sus amigos un viaje para pasar fin de año" y, según también Sandra Alado, "le empieza a hacer saber que no quiere que se vaya y que le quiere a su lado". Gesto que da lugar a esta noche tan especial de Fin de Año.
Del 'pico y pala' durante 3 meses a la reconciliación
La reconciliación no ha cogido a nadie por sorpresa, aunque sí que se haya producido tan pronto, después de la rotundidad con la que se ha expresado la hermana de Ana Boyer y lo rentable que le estaba resultando. Onieva ha seguido la 'hoja de ruta' no descrita que le estaba marcando la marquesa de Griñón. Empezaba a ir a misa, hacía el Camino de Santiago, tomaba las riendas de su vida mudándose a su propio piso e incluso le hemos visto poner el grito en el cielo al ver cómo en sus narices uno de sus mejores amigos empezaba a salir con la mujer con la que estaba esforzándose en volver. Como una película romántica con giros y, de momento, final feliz para ellos.