Los Bosé, Sanz, Guillot, Naranjo... conquistan al público y al jurado

La primera gala del 'talent show' de anónimos recogió la estela del triunfo de su antecesor 'Tu cara me suena'

Tu cara no me suena todavía. Gala 1

La apuesta de entretenimiento de Antena 3 para los viernes, una vez finalizada la quinta edición de 'Tu cara me suena', no ha podido empezar con mejor pie. Sin duda, ha recogido el éxito de su antecesora y 'Tu cara no me suena todavía' (TCNMST), la versión con anónimos, tuvo la mejor audiencia de la noche, superando por unas décimas a 'La Voz Kids'.

En el jurado, el regreso de Mónica Naranjo y la incorporación de Micky Nadal, en lugar de Carlos Latre. Mónica cubre la baja de Lolita que durante tres meses realizará el programa de enetrevistas para TVE 'Lolita tiene un plan', mientras que Micky sustituye a Carlos que se ha ido a hacer las Américas. Tanto Lolita como Carlos volverán a 'Tu cara me suena' en octubre. Chenoa y Àngel Llàcer repiten, al igual que Manel Fuentes en su faceta de presentador.

La mecánica de 'Tu cara no me suena todavía' dista un poco de la versión de famosos. En cada gala, uno de los diez concursantes pasa directamente a la final. En la primera, fue Cristóbal Garrido, caracterizado de Olga Guillot, el que sorprendió a todos con su interpretación de 'Soy lo prohibido'. Cristóbal ya es finalista.

Cristóbal Garrido. Tu cara no me suena todavía. Gala 1

Los tres siguientes clasificados participarán en una repesca en la que deberán interpretar a un personaje salido del pulsador. Tras la primera gala, los tres concursantes que gozarán de una segunda oportunidad son: Patricia Aguilar, que hizo una magistral imitación de Mónica Naranjo -ante la mismísima Mónica Naranjo-, Nacho Lozano, que 'clavó' a Miguel Bosé y Fran Valenzuela, que con su imitación de Alejandro Sanz provocó que el propio artista comentara la actuación en las redes sociales.

El nivel de las imitaciones fue excelente, de modo que está claro que no solo los famosos saben ponerse en la piel de otros cantantes. Los anónimos, muchos de ellos, eso sí, cantantes de orquesta o aficionados, pero en ningún caso conocidos, demostraron un altísimo nivel. Esto no ha hecho más que empezar.

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