Por JULIA GUINOVART
Acaso porque compartía velada con sus antiguos colegas, o porque es este precisamente el ambiente en el que más cómoda se siente. Sea cual sea el motivo, lo cierto es que la reina Letizia se mostró relajada y sonriente en la entrega de la última edición del premio Francisco Cereceda, uno de los más prestigiosos del panorama periodístico en lengua española y que tuvo lugar el miércoles en Madrid.
El Francisco Cerecedo de periodismo ya tiene dueño en su edición número XXXI. El ganador es José Antonio Zarzalejos, quien ha sido distinguido por su experiencia acumulada en su larga trayectoria profesional, el valor implícito en la opinión, honesta y coherente, que le ha convertido en un referente de serenidad, de diálogo y de convivencia imprescindible en la turbulenta época por la que atraviesa el periodismo en nuestro país.
Los premios fueron entregados por don Felipe y doña Letizia ya que además el rey ostenta la presidencia de honor del galardón, dotado con 24.000 euros y con una medalla modelada por el escultor Julio López Hernández.
Junto al monarca, la reina, que se situó en un tranquilo y cómodo segundo plano. Vestida con un top de pedrería de Felipe Varela (lo lució anteriormente, en unos premios Príncipe de Asturias), conjuntado con un sencillo pantalón negro y unos salones del mismo color (sin plataforma), doña Letizia se decantó de nuevo por ese peinado que muchos han destacado de sus anteriores apariciones. Un complejo recogido trenzado que acompañó con unos pendientes de brillantes y un maquillaje discreto.
Las palabras del rey
En el acto celebrado en el Hotel Ritz, el rey volvió a reclamar de las instituciones ejemplaridad, en un mensaje muy parecido al que ya transmitió en los últimos Premios Príncipes de Asturias, el pasado 24 de octubre. Al igual que hiciera en Oviedo, el monarca defendió el entendimiento entre los españoles al destacar la labor profesional de Zarzalejos, de quien dijo “ha buscado en todo momento sembrar y favorecer el entendimiento por encima del encono y el antagonismo, evitando el narcisismo”.
La finalidad del premio Francisco Cerecedo es destacar aquellas trayectorias personales o aquellos trabajos periodísticos, escritos, radiados o televisados, que merezcan ese honor por su talento, originalidad, capacidad de transgredir las presiones e influencias de los poderes e impulso a la libertad de expresión. Un ambiente en el que seguro que la reina Letizia se siente más que cómoda, tal y como se desprendía de sus gestos en la noche del miércoles.