Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

Seguro que estamos de acuerdo en esto: envejecer en Hollywood debe de ser una de las cosas más difíciles del mundo. Saber aceptar la edad parece algo extremadamente complicado cuando hablamos de estrellas de cine, quienes se niegan a dejar de ser los jóvenes que un día reventaron las taquillas de medio mundo con su sola presencia.

 

Muchos actores no saben aceptar el paso de los años, el cambio de papeles ni asumir su nuevo rol en la meca del cine. Julia Roberts definitivamente no encaja en este grupo. Ella está feliz de poder soplar las velas de su tarta cada año y de encontrar proyectos que la valoren como artista. Y esto es, en parte, gracias a la forma en la que ella ha ido cumpliendo años.

 

"He asumido el riesgo no de no hacerme un lifting"

 

Roberts, de 47, pretende seguir la estela de mujeres como Meryl Streep, una de las actrices que más películas hacen y que mejor ha sabido aceptar el paso del tiempo. ¿Qué pasa si tiene que dejar de hacer de jovencita veinteañera que desea quedarse embarazada como ocurría en ‘Manhattan’, y pasar a ser Margaret Thatcher? Absolutamente nada. Ha disfrutado cada etapa y no querido quedarse relegada a una sola. Ha ido creciendo conforme lo hacían sus personajes. Julia no podía haber encontrado un modelo mejor.

 

En unos días en los que el tema de moda ha sido Renée Zellweger y sus operaciones de estética, Julia salta a la palestra para reivindicar justamente lo contrario.

 

“Según los estándares de Hollywood, creo que ya estoy asumiendo todo un riesgo al no hacerme ningún lifting en la cara”, comentaba en la revista You Magazine. “Les he dicho a la gente de Lancôme –firma de la que es imagen- que deseo ser una modelo que vaya envejeciendo, y me tienen que mantener, al menos, hasta que sobrepase los 50”.

 

Sus armas antiedad

 

De acuerdo, Julia se habrá mantenido alejada de la mesa de operaciones de un quirófano, pero sabemos que ella se cuida. Y mucho. Ella está feliz de cumplir años, sí, pero está muy concienciada con el estilo de vida saludable con el que comulga desde hace años.

 

A pesar de odiar las dietas de moda, sí que mantiene un estricto control sobre los alimentos que ingiere. Fue una de las primeras celebridades en sumarse a los alimentos orgánicos, aquellos que no han sido tratados y que han estado alejados de pesticidas y demás químicos. Por eso es ella la encargada de comprar y preparar cada plato que se consume en su casa.

 

Sumémosle a esta alimentación cuidadísima en la que no tienen cabida los alimentos procesados y se apuesta por los frescos, un entrenamiento semanal de 4 días a la semana al lado de la gurú del fitness Katht Kaehler, que consta de 20-40 minutos de ejercicios aeróbicos y otros 40 minutos para trabajar cada parte del cuerpo.

 

Pero lo que más le gusta practicar a Julia es yoga. La actriz ha reconocido que esta práctica es lo que de verdad la mantiene radiante. Esta es su verdadera fuente de la eterna juventud. De hecho, Julia se ha convertido en toda una experta en esta práctica.

 

Y por último, y no menos importante, ser feliz. “Ahora hay ligereza en mi vida. Una cualidad que me permite no tomarme las cosas demasiado en serio”, y todo esto, unido a lo que hemos comentado, la ha convertido en la mujer de la eterna sonrisa, la que no tiene miedo a cumplir años.