Isa Pantoja, sola entre hombres, y Nacho y Fortu a punto de abandonar la isla

¡Y llegó la unificación! Bueno, la segunda unificación. ¿O es ya la tercera? Hemos perdido la cuenta. Quedan tan pocos días de 'Supervivientes' que la organización ha decidido unir a los dos grupos, el de concursantes 'oficiales', los que hasta hoy estaban en el palafito, y el de los falsos expulsados, para que se enfrenten ya todos juntos a la recta final -sí, recta final, a nosotros también se nos encoge el corazón de pena-. Ahora, no piensen que la unificación ha supuesto ningún quebradero de cabeza. Los concursantes 'oficiales' ya se imaginaban que algo estaba pasando fuera de su playa y han recibido a los recién llegados con normalidad y alegría. Unos más que otros, claro, ya que hay enemistades que nunca mueren. Lo que no esperaban es que fuesen Lola y Nacho los dos salvados. Todos confiaban en el regreso de Suhaila, incluso ella misma, que se echó a llorar al darse cuenta de que estaba en el plató. ¡Pobrecita! Para que vean lo que marca el paso por la isla.

Ni la intensa lluvia de Honduras consiguió frenar a los supervivientes en la prueba de recompensa. ¡Comida! Sí, comida, que es lo único que consigue motivarlos. Y eso que la cosa no pintaba sencilla. Los pocos que todavía quedan en el concurso tenían que arrastrarse por el barro, saltar unas redes y tratar de mantener el equilibro encima de una pasarela diminuta para conseguir ganar la prueba. Christopher, Rafi e Isa lo intentaron sin ningún tipo de éxito -todavía podían estar en ello si no hubiese terminado el tiempo-, pero Fortu y Rubén lucharon como locos. Al final, el Míster Universo corrió más que el rey del heavy y se quedó con la recompensa: unas fajitas que le supieron a gloria, a pesar de estar recubierto de barro -aunque, bueno, están acostumbrados a comer cualquier cosa con un poquito de arena-. Y menos mal, que este chico se está quedando en los huesos. Aunque, sinceramente, al cantante tampoco le hubiese venido mal.

La semana de Fortu había sido más que complicada. Con el traslado al palafito, con menos metros y demasiada gente, al cantante se le fue la templanza. En lugar de tratar de colaborar con todos, Fortu se dedicó a dinamitar la convivencia. Malos modos, rabia interna, complots y traiciones. Y todo porque el líder de Obus no entendió que Christopher no le salvara la semana anterior y, claro, así no se puede empezar con buen pie. Eso sí, tras unos cuantos días de guerra, Fortu trató de dar un paso atrás y anunció su intención de limar asperezas y volver a pasarlo bien. Unas promesas muy bonitas si no se hubiesen quedado en nada. Al segundo ya volvía a estar en las mismas. Pero Fortu, ¡si venías de hacer tiki-tiki con tu novia! ¿No se supone que eso tranquiliza el carácter? Pues nada, pelillos a la mar, como si fuese un político en campaña. Eso sí, el 'frente antiFortu', formado por Rubén, Rafi y Christopher, muy amigos cuando venía bien y muy poco comprensivos cuando ya queda poco para la final, tampoco le han dejado respirar mucho. Claro, si cae él, no caen ellos. ¡Ay, la estrategia!

En el rincón de los falsos expulsados, las cosas prometían ser muy distintas. Todos confiábamos en que la estancia solitaria de Lola y Nacho Vidal terminara con una explosión muy tórrida. Dos cuerpos esculturales, prácticamente sin ropa, con calor, con sudor, con mucho sexappeal, ¿cómo no iba a pasar algo? Pues nada, nuestro gozo en un pozo. La pareja de 'expulsados' encendió la chispa para el fuego, literalmente, y nada más. Y eso que parecía que el tonteo había florecido en el ambiente. Si bien, en lugar de entregarse a la pasión, los concursantes prefirieron hacer un repaso por todos los habitantes del palafito y calificarles de traidores. Cualquiera diría que no están compitiendo por un premio y lo suyo es que tengan su propia estrategia. Esto con Elisa no hubiese pasado. La italiana consiguió imponer su buen humor por encima de todo, algo que echamos mucho de menos en los demás supervivientes. ¿No tendrán un hueco para la alegría entre tanta nube negra? Menos mal que entre tanta negatividad, todavía tenemos un rayo de esperanza.

El amor está surgiendo en la isla. Sí, ¡por fin! Isa y Christopher, los dos benjamines, han acercado posiciones y se dan arrumacos con ternura y complicidad. Aprenden bailes latinos, se tocan el pelo, se hacen masajes, visualizan las fiestas que se van a pegar fuera del concurso, vamos, lo que viene siendo el amor entre postadolescentes, una ya con un niño y el otro pegado a las faldas de su madre. Si hasta Nacho se había dado cuenta del romance incipiente entre la pareja. Es verdad que, viendo el gusto de Isa, Christopher se va un poco de su prototipo, pero todo podría encajar. Alejandro, novio de Isa, un consejito: no deshagas mucho el equipaje, que igual no hace falta. ¿Ven a María Luisa, madre de Christopher, en Cantora comiendo pollo a la Pantoja? ¿Arrancándose por 'Marinero de luces'? ¿Tomando el té con Raquel Bollo? Anabel Pantoja se apresuró a decir que era todo broma, pero cuando el río suena...

Las trampas de los concursantes les han vuelto a causar problemas. Las normas del palafito son muchas y variadas, casi tanto como las ordenanzas municipales, y así es normal que a los pobres se les haya pasado alguna cosilla. Christopher e Isa, por ejemplo, utilizaron agua dulce para lavar la ropa, mientras Rafi ejercía de 'amo del palafito', limpiando como un loco -cuando no estaba tumbado-. La organización no se ha quedado cruzada de brazos ante tanta injusticia y ha puesto remedio. Nada de latas de comida para los supervivientes, como castigo por haberse saltado las normas. Ahora, tampoco les afectó mucho. Si, total, no comen nada, ¡qué más dará un poquito menos! Aun así, no fue lo único que no les entristeció. La expulsión de Fortu, con la consiguiente victoria de Isa Pantoja, también les dejó más bien fríos. Demasiado se habían revuelto las aguas con el comportamiento del cantante como para que el resto de participantes no estuviesen deseando su marcha.

La expulsión de Fortu prometía calmar los ánimos entre los concursantes pero acabó creando el efecto contrario. Al cantante, muy satisfecho por poder volver a España, se le vino el mundo encima cuando le dijeron que debía volver a la apalapa para someterse al televoto junto a Nacho y Lola -lágrimas no vimos, pero parece ser que lloró-. Entre súplicas de 'yo no quiero discutir', Fortu accedió a regresar, sin saber que lo que iba a encontrarse sería peor. La organización, siempre diligente, les puso el vídeo en el que Lola aseguraba que Fortu le había propuesto un montaje y se destapó la caja de los truenos. Fortu estalló, le dijo a Lola de todo, esta respondió y acabaron utilizando un lenguaje tan fino que haría sonrojar a un pirata. Nos permitirán que no reproduzcamos nada, no sea que se les atragante el almuerzo y tengamos que cargar nosotros con ese remordimiento. Tal fue el revuelo que Yoli, la novia de Fortu, acabó entrando por teléfono para animarle. Pero no se quedó ahí la cosa.

En plena batalla, apareció una extraña historia ocurrida en el hotel antes de entrar al concurso, en la que estaban involucrados Fortu, cincuenta euros y unas señoritas de compañía, y la verdad, todavía no hemos entendido nada. ¿No se supone que lo que pasa fuera del concurso, se queda fuera del concurso? Con tanto rumor de montaje y tanta polémica, a la madre de Fortu casi le da un ataque en plató. Menos mal que tiene carácter para todos y supo capear el temporal. Eso sí, su 'que me pongan aquí una hoguera, que me tiro y no me quemo', quedará para la posteridad. Al final, la sangre no llegó al río -por el momento-, y entre tanto odio también hubo tiempo para el amor. La organización había traslado hasta Honduras a Franceska, la mujer de Nacho, pero debido a la lluvia tuvo que improvisarse su entrada sobre la marcha y nos perdimos la aparición estelar de la actriz. Al actor, eso sí, no le importó. Les llegan a dar una tienda de campaña y dejan en ridículo a Fortu y Yoli, los pioneros en el 'edredoning' salvaje. Madre mía, ¡cuánta pasión!

Mientras Nacho y su mujer emulaban la escena más romántica de 'Ghost' en plena apalapa, Lucía, la última expulsada, se dejó caer por el plató de 'Supervivientes' en España. O eso nos pareció, ya que a penas pudo estar diez minutos hablando. Ni una triste silla le sacaron a la pobre. Aseguró estar feliz y contenta de haber vuelto a España y de haber vivido la experiencia. Todos dicen lo mismo. Será que lo de dormir a la intemperie, pasar hambre y sufrir las picaduras de miles de mosquitos, en el fondo, no es tan malo como parece. ¿Creen que existirá alguna agencia de viajes que nos monte un 'Supervivientes' rapidito para este verano?

La maldita lluvia también nos dejó sin prueba de líder. Y eso que Rafi se ofreció a salir pese a estar diluviando -le llegan a decir que sí y se muere en directo-. Así que nada, sin saber quién 'gobernará' Cayo Paloma, los supervivientes pasaron directamente a las nominaciones. Como no tenían prueba, les tocó nominar a dos compañeros y el resultado tampoco fue muy sorprendente. Los nominados fueron Fortu y Nacho, por razones más que evidentes. Entre la semanita que les había dado el primero y la aparición inesperada del segundo, estaba claro que iba a terminar en la palestra. Dos de los grandes supervivientes de la edición, de nuevo, frente a frente. ¿Quién conseguirá hacerse con el favor del público? Tanto uno como el otro han sido salvados en momentos cruciales pero ahora no tienen escapatoria. ¡Qué nervios!

La que sí que no tiene ya ninguna posibilidad es Lola. La canaria ha sido la última expulsada del concurso, tras medirse contra Nacho y Fortu, que mucho llorar porque no quería volver a entrar en la apalapa, pero en cuanto se vio allí, se vino arriba y ya quería quedarse hasta el final. ¿Qué les da la isla que no quieren salir nunca? ¿Por eso les costó tanto a los de 'Perdidos' finiquitar la serie? No sabemos si el final de 'Supervivientes' levantará tantas ampollas pero nosotros estamos deseosos de conocerlo. Y aquí, en Lecturas, tendrán toda la información. ¡No lo duden!