En Beyoncé, ¿dónde empieza su pelo y dónde comienza la peluca? ¿Qué es real y qué artificial? Estas cuestiones se han convertido en un verdadero quebradero de cabeza para sus fans, que un día la ven con el cabello corto y a la semana con una melena propia de ‘El Rey León’.
Es vox pópuli que la cantante utiliza los mejores postizos tanto para sus actuaciones como para su vida diaria. Le encanta cambiar de look y sólo de esta manera puede experimentar lo que quiera sin arriesgar el estado de salud de su fibra capilar. Planchas, secadores, químicos abrasivos que alisan la melena… A todos estos suplicios estéticos se tendría que someter la diva si utilizara su auténtico cabello, por eso, ella tira de peluca. Pelucas de una calidad excelente, en tonos rubios y castaños claros para no salirse de los colores a los que nos tiene acostumbrados.
Así, y en cuestión de un mes, Beyoncé ha pasado de la melenita rubia que le vimos en una de las fiestas post Oscar a un pelazo largo por la espalda con su rizo natural. También habría cambiado de color. Del rubio miel habría pasado a otro tono, con las raíces oscuras y las puntas más claras, como si el sol, de manera natural, lo hubiese iluminado.
Pero que Beyoncé no os engañe, que a la mínima se cansa de este look y está volviendo a su pelo ultra liso, a un flequillo estilo años 50, o a una melenita a la altura del cuello. ¡Con ella nunca se sabe! Y mucho menos conociendo su secreto más íntimo. Hace un par de años, desveló lo único que prevalece inalterable a todos estos cambios: un pelo rizado, cortado a centímetro para que la colocación de todos los postizos sea lo más cómoda posible. Truco de diva.
Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS