El azar vuelve a unir a Liz Taylor y Richard Burton

El inicio de su amor
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Los personajes de leyenda, como Liz Taylor y Richard Burton,  están siempre presentes en el recuerdo, pero a veces las coincidencias nos los devuelven con viveza.

Se han cumplido dos años de la muerte de Liz (23 de marzo de 2011), a Richard Burton, que murió sin Oscar, se le concedió hace unos meses una estrella en el Paseo de la Fama, en Hollywood, y, además, hoy (12 de junio) se cumplen 50 años del estreno de ‘Cleopatra’ (1963), la película que se anunció como la más cara de todos los tiempos y llegó con la publicidad –¡y qué publicidad– ya hecha debido a que una bomba estalló en su rodaje: el idilio entre sus dos protagonistas, dos grandísimas estrellas de la época que reinaban sobre el público con un poderío sobrenatural.

Hasta el papa

Fue un romance explosivo, ya que ambos estaban casados (Liz con Eddie Fisher; Burton con la actriz Sybill Williams) y una imagen en la que aparecían besándose en una playa del sur de Italia dio la vuelta al mundo provocando tal escándalo que el Vaticano tomó cartas en el asunto condenando semejante relación impura. Se casaron en 1964; ella tenía 32 años y él 39, y el escándalo no era el primero que llovía sobre Liz ya que el último de los cuatro matrimonios que dejaba atrás, con Eddie Fisher, fue belicosamente criticado ya que Eddie estaba casado con Debbie Reynolds, una de sus mejores amigas.

Locura de amor

Lo que existía entre ellos era más que amor, era locura del uno por el otro. Y los 10 años de matrimonio fueron una borrachera continua de alcohol, de amor, de lujos, de peleas, de reconciliaciones inenarrables, de éxtasis y de dolor. Y de películas (rodaron 12 juntos) que sobrecogían por la química que se producía entre ellos, como en ‘¿Quién teme a Virginia Woolf’, con la que Liz ganó el Oscar en 1966.

Tras cada guerra matrimonial, llegaban los días de placer y de felicidad. Y de regalos mayestáticos por parte del actor, generalmente joyas, que eran la pasión de la actriz. Tras 10 años de matrimonio (1964-1974) se divorciaron y en 1975 volvieron a casarse, pero sólo estuvieron juntos un año. Y, aunque contrajeron nuevos matrimonios, cada uno por su lado, siempre se refirieron el uno al otro como el gran amor de su vida. “Richard era magnífico en el escenario, magnífico en el cine y magnífico haciendo el amor... Era el más bueno, divertido y dulce de los padres. Todos mis hijos lo adoraban. Después de él, los hombres de mi vida solo estaban ahí para aguantar el abrigo y abrir la puerta”. Después de él, Liz se casó dos veces más: con el senador John W. Warner, (duró un año) y  con un albañil, Larry Fortensky, 20 años más joven a quien conoció en un centro de desintoxicación, con quien vivió 5 años.

Hasta el fin

También Burton volvió a casarse, y lo hizo dos veces, con Susan Hunt  y con Sally Hay, aunque siempre intentó volver con Liz. De aquella tempestuosa historia de amor quedan las 40 cartas incluidas en el libro ‘El amor y la furia’, cartas encendidas, en las que él amenazaba “sin ti no hay vida, si me dejas me tendré que suicidar”, y ella, al casarse por segunda vez:  “¿Te das cuenta de que envejeceremos juntos?” No fue así, pero tres días antes de morir, en 1984, Burton le escribió su última carta, que Liz guardó siempre en su mesilla de noche, en la que le pedía él volver a unir sus vidas.

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