Felipe a la sombra de Letizia: las consecuencias que sufre por de la popularidad de la reina

Pilar Eyre desvela para Lecturas cómo fue, en realidad, el baño de multitudes de Letizia junto a Belén Esteban y los colaboradores de ‘Sálvame’ y el papel que jugó el rey Felipe

Felipe y Letizia
GTRES
JC
José Confuso

Director digital de Lecturas

Las fotos corrían como la pólvora. Los reyes Felipe y Letizia posando amigablemente con Belén Esteban, Kiko Hernández y demás colaboradores de ‘Sálvame’. El encuentro que nadie esperaba se producía en el 25 aniversario del periódico ‘La Razón’. La reina y la princesa del pueblo mano a mano, relajadas, sonrientes, felices. Letizia volvía a dejar claro que es la mejor embajadora de la monarquía y el arma que tiene Zarzuela entre manos. Pero, ¿cuál fue el papel que jugó el rey en todo esto? Pilar Eyre nos desvela, en primicia para Lecturas, cómo se comportó el monarca y cuál fue su interacción con Letizia en pleno baño de multitudes.

La estela imparable de la reina Letizia

Estaba exultante. Letizia vive, desde hace ya meses, un momento de enorme popularidad. Tras años de críticas por su actitud, de distancia y frialdad, la reina se ha relajado y esto se nota en cada una de sus apariciones. Charla con los presentes, rompe el protocolo y hasta es capaz de hacer una cola de 40 minutos para que su amiga Sonsoles Ónega le firme su libro. La reina es más humana que nunca. De ahí que a nadie le resulte extraño que pose feliz junto a Belén Esteban en el aniversario del periódico ‘La Razón’. Letizia sabe la repercusión que esas imágenes van a tener.

A la reina le preguntaron durante su paseo entre los invitados por el libro que ha escrito Jaime Peñafiel, uno de los más críticos con su figura. “Aún no”, respondió Letizia, tal y como nos cuenta Pilar Eyre. Uno puede sacar a la reina del periodismo pero no puede sacar el periodismo de la reina. Letizia está perfectamente informada de todo. En su charla con Belén Esteban le preguntó por su madre y por su hija, sabedora a la perfección de cuáles son los principales intereses de la colaboradora de televisión. La reina es toda una profesional.

La expectación que generó fue tal que nadie tuvo en cuenta al rey. Felipe, según nos explica Eyre, se quedó completamente al margen e ignorado. Todas las miradas se posaban en Letizia. Era la estrella, la persona del momento. Acostumbrado ya a que tanto su mujer como sus hijas se conviertan en el centro de la atención, al rey asume con deportividad la posición que ocupa. Siempre correcto, también intercambió unas breves palabras con Belén Esteban durante la recepción.

Letizia, reina de los baños de multitudes

Pocos imaginaba que, después de la comida celebrada en honor a los 18 años de la princesa Leonor, la familia al completo saldría al patio del Palacio Real a saludar a los presentes. Letizia, Felipe y sus hijas rompían el protocolo y no dudaban en acercarse a los ciudadanos. Un gesto que no estaba previsto en la agenda y que encaja con los últimos movimientos de Zarzuela. Se nota el empeño para que los miembros de la Casa Real se muestran de forma más humana, menos distancia y alejada. De ahí los selfies, los vídeos y los saludos. Todo está pensado y planeado.

Letizia se ha convertido en la reina de los baños de multitudes. Sea en el pueblo honrado en Asturias, en su última aparición en el extranjero o en uno de sus habituales actos, la reina sabe que es el centro de las miradas. Sus estilismos esconden mensajes, sus gestos son analizados y sus palabras calan. Sin quererlo, se convertía también en protagonista cuando la revista Lecturas publicaba en exclusiva las imágenes de Genoveva Casanova y Federico de Dinamarca. El entorno de la reina se ponía en contacto con esta redacción para conocer, de primera mano, el contenido de las imágenes. Letizia quería saber.

El nuevo papel de la princesa Leonor y también de su padre, Felipe

La mayoría de edad de la princesa Leonor también modifica la estructura que, hasta ahora, tenía la Familia Real. La heredera al trono asume un nuevo papel, con responsabilidades institucionales y una mayor presencia. Si las hijas de los reyes siempre han sido las que más curiosidad han despertado, ahora la expectación crece. Leonor es ya adulta y, como tal, su vida está a punto de cambiar. Solo hay que recordar el fervor vivido cuando sonrió a uno de sus compañeros de academia en el besamanos.

Allá donde van Letizia y sus hijas, arrasan. La jura de la Constitución de la princesa ocupaba portadas de periódicos dentro y fuera de España. La prensa extranjera se rendía a la ‘leonormanía’ después de llevar tiempo narrando los puntos fuertes de Letizia como reina. La proyección internacional que ha alcanzado la Casa Real ha logrado eclipsar, al menos de cierta manera, los escándalos del rey Juan Carlos y su traslado a Abu Dabi. Misión cumplida.

Quedan ahora importantes retos por delante todavía. Dibujar el perfil que va a mantener Leonor, pensar la estrategia que llevarán con la infanta Sofía y tratar de encajar a la Familia real con la familia del rey. No son pocos todavía los quebraderos de cabeza que tiene que resolver el equipo de confianza de Zarzuela.

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