Carlota Casiraghi arrasa en Sevilla con un precioso vestido con flores 3D y sugerente escote en la espalda

Carlota Casiraghi ha revolucionado Sevilla. La princesa de Mónaco ha recibido un premio y no dudaba en hacer gala de su elegancia innata con un vestidazo de Chanel de puro lujo.

Carlota Casiraghi
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Rebeca Alonso

Redactora digital de Lecturas

Acostumbrados a verla pasear su elegancia por las calles de Mónaco, la sorpresa fue máxima cuando Carlota Casiraghi (37 años) reaparecía en Sevilla como invitada estrella de la fiesta que Vanity Fair había organizado en la capital andaluza. Sonriente y haciendo gala de su elegancia innata, la hija de Carolina de Mónaco llegaba al Alcázar envuelta en una gran expectación dejando al descubierto el impresionante look que había elegido para la ocasión. 

Fiel a Chanel, Carlota deslumbró con un impresionante vestido customizado en exclusiva para ella. Un diseño compuesto por una falda satinada de silueta lápiz y sugerente abertura lateral que contrastaba con un precioso cuerpo repleto de flores bordadas en 3D en tonos rosas y azules pastel, con un favorecedor escote cuadrado. En cuanto a los complementos, la princesa de Mónaco se calzó con unos sensillos stilettos que contrastaban con una cartera fucsia de la maison francesa. Para cubrirse del frío, la nieta de Grace Kelly se decantó por un clásica blazer negra con solapas y puños de raso. 

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Si el vestido era una auténtica joya y una vez en el interior sorprendió con un escotazo en la espalda impresionante, su look beauty no se quedó atrás. Carlota recogió su melena en un moño pulido con raya en medio y quiso dar potencia a sus labios con un color rosa que le sentaba a las mil maravillas. 

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Carlota Casiraghi, mujer del año 2023

La transformación de Carlota Casiraghi en los últimos meses ha sido radical. Durante años, la hija de Carolina de Mónaco optó por alejarse de los focos para volcarse en su vida personal, una vida hermética a la que daba carpetazo para lucir su mejor versión por las alfombras rojas de todo el mundo. 

Ahora, Carlota ha dado un paso al frente y es habitual verla pasearse por actos benéficos, citas institucionales y festivales de cine como forma de apoyo a su marido, Dimitri Rassam. Quizás ha sido todo esto y lo que representa, lo que ha llevado a la publicación a premiarla como la Mujer del año. "Alguien que ha puesto tanto desempeño en la promoción de la literatura y la filosofía, promoviendo la emancipación y empoderamiento de las mujeres, y contribuyendo a hacer la literatura accesible”, afirmaba Alberto Moreno, Head of Editorial Content de Vanity Fair España.

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"Es un gran honor para mí recibir este premio. Con esta elección se reconoce el  compromiso por transmitir y compartir la literatura y la filosofía como factores de transformación que pueden llegar a combatir el dogmatismo y el fanatismo que contaminan el veneno de la enemistad, la intolerancia y el odio", decía en su discurso, intervención en la que hizo un guiño a nuestro país al recordar unas palabras de María Zambrano.

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Con la excusa de recoger el premio, Carlota aprovechó para disfrutar de la gastronomía local en compañía de su grupo de amigos. La princesa de Mónaco cenó en el restaurante 'El Rinconcillo', uno de los más populares de la ciudad, y el menú no dejó indiferente a nadie. No podía faltar jamón ibérico, además de una ración de gambas a la plancha y fritura. Pero eso no fue todo, también quiso probar las espinacas con bacalao. Después se les pudo ver paseando por las calles más icónicas de Sevilla antes de volver a descansar al hotel. 

 

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