Hasta la última gota. Anna Ferrer le está sacando todo el jugo a su visita sorpresa a Madrid. La hija de Paz Padilla mantenía en el más absoluto de los secretos que había vuelto por unos días del plomizo Reino Unido, donde se encuentra cursando sus estudios universitarios. Su objetivo quedaba revelado este fin de semana, cuando su madre llegaba de África tras vivir toda una aventura con Jesús Calleja, y ella estaba en casa para recibirla. La sorpresa no podía haberla hecho más feliz: después de tantas semanas, madre e hija estaban de nuevo juntas.
Anna ha aprovechado para mimar a su madre, que venía exhausta y abrumada de tantas sensaciones e estímulos, pero también llena de anécdotas. También para dormir en su mullida cama, ver a sus amigos, relajarse, comer todos esos platos que tanto había echado de menos y trabajar. Porque no todo ha sido ocio y descanso.
Este lunes la hija de la actriz de 'LQSA' ha vivido una sesión de fotos muy especial. Anna estaba espectacular mientras se dejaba retratar por el fotógrafo de la publicación online Mira Magacín. Con la melena suelta, maquillaje natural y de rigusoso negro, Ferrer seducía a la cámara con un top y unas bonitas braguitas de encaje. Rompiendo su imagen femenina y sensual, unas botas tipo Dr. Martens, que le daban a la sesión un aire osado y fresco.
Anna ha compartido buena parte de la sesión y de lo que ha ocurrido entre bambalinas. Por las sonrisas y la complicidad con el resto de sus compañeras, el trabajo no puede haber ido mejor.
La hija de Paz Padilla es toda una 'influencer' y su red social favorita es Instagram donde cuenta ya con una legión de seguidores a quienes aconseja sobre sus temas favoritos: moda y maquillaje. Nada más y nada menos que 115.000 seguidores los que esperan cada día las actualizaciones de Anna, cuya ambición parece que se va perfilando hacia el modelaje.