Laura Matamoros pierde 30 kilos y protagoniza un espectacular cambio físico

La colaboradora televisiva ha hablado de cómo la afectó la gestación a nivel físico y emocional, y el proceso que ha seguido hasta volver al aspecto que lucía antes de tener a su hijo

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Laura Matamoros vivió una auténtica revolución en su cuerpo cuando se quedó embarazada. No solo porque crecían galaxias en su interior, sino por lo que supuso a nivel físico y emocional. La gestación de Matías trajo consigo un proceso que demandó de Laura una rápida adaptación a la nueva situación y a todos los niveles, conllevando situaciones dramáticas para la futura mamá. La joven colaboradora televisiva ha confesado en la revista 'Clara' cómo se enfrentó al aspecto más transformador de toda esta experiencia. Y es que llegó a engordarse 30 kilos. Gracias a los hábitos saludables, que se han convertido en casi una filosofía de vida sana, en apenas ocho meses ha experimentado nuevamente una sorprendente metamorfosis que la ha llevado a recuperar la tonificada figura que lucía antes de quedarse embarazada.

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La hija de Kiko Matamoros y Marian Flores no tuvo una gestación tranquila. No solo por la alteración que supone en todos los sentidos, sino porque tuvo que dar la cara a los comentarios más malintencionados. Laura es una mujer valiente, honesta y segura de sí misma, y en las polémicas siempre suma puntos a su favor. Sus seguidores se alarmaron al notar el modo en que estaba engordando, sin tener en cuenta detalles personales y de salud y, sobre todo, sin la empatía suficiente que les hiciera pensar que ella ya era consciente de lo que estaba sucediendo con su cuerpo y de cómo la estaba afectando.

"Mi cuerpo cambió, cambió mi forma de ser... Al engordar 30 kilos mi cabeza no aceptaba mi nuevo cuerpo. La verdad es que lo pasé fatal y eso también hay que decirlo", se sincera ahora. De esos kilos, "15 fueron solo de líquido", matiza. "Los perdí cuando di a luz; me deshinché enseguida. Pero quedaban los otros 15, que eran los difíciles, y en ello estoy todavía", afirma con motivación.

Para volver a un aspecto físico con el que se reconoce y está cómoda, no hay trucos mágicos ni atajos, pero sí disciplina, constancia y buenos hábitos. "Lo básico es la buena alimentación y practico dos veces por semana boxeo con mi entrenador, Pablo Navascués", cuenta Laura. Para ella, un deporte de alta intensidad como la disciplina que practica es un 'regalo' que se hace a sí misma y la libera del estrés que supone ser madre trabajadora y ahora tener que estar lidiando con su reciente separación de Benji Aparicio. "Me ayuda a desfogarme, a relajarme... durante esa hora y media o dos horas que dura mi entrenamiento logro evadirme de todos mis problemas, tengo ese ratito para mí", ha declarado finalmente.

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