GH DÚO: El gesto más feo de Antonio Tejado a Irene Rosales

Su compañero de casa, parecía tener ‘prisa’ por cambiar de tema y centrarse en lo que a él le importa: él mismo

GH DÚO: El gesto más feo de Antonio Tejado a Irene Rosales
1 /7
1 / 7
2 / 7
3 / 7
4 / 7
5 / 7
6 / 7
7 / 7

Irene Rosales, después de ser evacuada por encontrarse mal el pasado jueves, regresó a GH DÚO para continuar como concursante. La sevillana quiso esperar a conectar con Jordi González, presentador del Debate, para explicar a todos los motivos de fuerza mayor que la habían llevado a ausentarse: había sufrido un aborto natural. Cuando todo el mundo contenía el aliento ante el relato de la joven madre, Antonio Tejado lo echó todo por la borda demostrando que no tenía empatía ni compañerismo con Rosales.

Artículo recomendado

GH Dúo: Irene Rosales, obligada a abandonar por motivos de salud

Irene Rosales 1

“No lo sabe nadie. Pero prefiero esperar a que estemos en directo con Jordi para explicarlo, para que no me tengan que estar preguntando dos o tres veces… lo prefiero”, así empezaba su relato Irene nada más llegar a GH DÚO tras haber estado ingresada tres días. “La noche del miércoles al jueves, tuve un dolor muy fuerte en el abdomen y en el riñón izquierdo. Tuve una hemorragia y, en la casa, perdí un poco la consciencia. A base de pruebas, vieron que había sufrido un aborto. Estaba de unas dos semanas”. La cara de todos sus compañeros era de máxima preocupación. Ylenia, de hecho, tenía la mandíbula desplomada. “Estoy bien, pero esta semana tendré que hacer menos actividad, porque los médicos me lo han recomendado”, terminaba explicando.

Irene casi no había terminado su relato, cuando la voz de Antonio Tejado interrupía la conversación, ¿quería aportar algo sobre lo que se estaba hablando? ¿acaso mandar un mensaje tranquilizador a la mujer que había pasado por un aborto? ¿enviar palabras de ánimo para estos padres que veían frustrarse su idea de ampliar la familia? NO, quería hablar de su pelo. “Jordi, que mi madre no se asuste, que me he rapado porque prometí que si me salvaba, me rapaba”. ¿A santo de qué? A santo de nada. Fue un comentario tan innecesario, como poco empático.

Loading...