Eugenia Martínez de Irujo está feliz, y se le nota. La duquesa de Montoro ha encontrado la estabilidad junto a Narcís Rebollo, sigue disfrutando de su hija y volcada en sus proyectos profesionales.
Así, acaba de lanzar su nueva colaboración junto a la firma de joyería Tous, familia a la que está estrechamente unida. Eugenia está pletórica y por ello, en palabras a los periodistas, ha zanjado cualquier tipo de polémica o controversia que le rodee en estos momentos.
El primer tema y más importante es la salud de su hija Tana, fruto de su matrimonio con Fran Rivera. La joven ha sufrido varios desmayos en lo que va de año y por este motivo ha tenido que ser ingresada de urgencia en dos ocasiones. Además, la joven se dislocó un tobillo sorprendiendo a todos en la Mutua Madrid Open con una escayola.
Ante todo esto, la hija de Cayetana de Alba ha querido tranquilizar a todos y asegura que "Tana se encuentra bien de salud". Eugenia, según ha dicho, "no quiere hablar de ella ni darle publicidad", pero sí ha querido terminar con cualquier preocupación acerca de cómo se encuentra.
Eugenia está encantada con su hija y muy contenta de que esta esté enamorada de nuevo, Quique González de Castejón. Eso sí, no ha querido entrar en más detalles ni valoraciones sobre el nuevo miembro de su familia. "A quién le tiene que gustar es a ella", ha aclarado.
Pero no ha sido este el único fuego que ha tenido que apagar. Tras las palabras de su hermano Cayetano, que arremetió contra sus tres hermanos mayores asegurando que le "han quitado todo", Eugenia ha preferido quitarle hierro al asunto. "Yo me llevo bien con todos mis hermanos", y ha terminado: "Cayetano a veces no tiene buen carácter, pero es buena gente".
Con su hija sana como una pera, trabajo y amor, Eugenia Martínez de Irujo lo tiene todo. Su relación con Narcís Rebollo va viento en popa y, se confiesa, no siente deseos de pasar con él por el altar. "Yo ya me siento casada", ha contado a los periodistas rememorando su enlace en Las Vegas. Ahora bien, no descarta celebrar en algún momento "un fiestorro" junto a sus amigos.