Aunque a finales de abril Cayetano Martínez de Irujo hablaba de los problemas de salud que había sufrido, y que le habían llevado a pasar hasta ocho veces por quirófano desde 2014, el jinete se tomaba con humor la situación mientras se recuperaba. Ahora, ya está en plena forma y preparado para participar en la Longines Global Champions Tour, la competición de saltos que se celebrará este próximo fin de semana.

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Cayetano Martínez de Irujo habla de sus problemas de salud

cayetano martinez de irujo

A pocos días de competir, Cayetano Martínez de Irujo ha dado una entrevista a El Mundo en la que ha sorprendido al arremeter contra sus hermanos. El jinete ha contado que tras la muerte de su madre tuvo que irse del palacio familiar. “Me quitaron de todo a 1 de enero. Yo pensé que iba a seguir trabajando con mi hermano. Ha sido un shock enorme”, ha dicho en el citado medio.

En su entrevista con El Mundo, Cayetano Martínez de Irujo habla de sus comienzos en el mundo de la hípica. “Yo tenía 11 o 12 caballos. Mi madre me pagaba un mozo y la parte estructural de cuadra, que siempre existió en la casa y que estuvo al servicio de todos. Ella me compró un par de caballos y he tenido 70. El resto me lo he pagado yo. Yo me mantenía bien. Pagaba mis gastos y mantenía a mis hijos”, explica el jinete.

Cayetano Martínez de Irujo desvela en el citado medio que su madre le pidió que se hiciese cargo de las tres empresas agrícolas de la Casa de Alba con el actual duque de Alba, su hermano mayor Carlos. El jinete asegura en El Mundo que ya no lleva nada de lo que había encargado la duquesa de Alba y señala a sus tres hermanos mayores: “Me han quitado de todo. Fue una reacción que yo no esperaba ni en el peor de los sueños. Yo lo que hice fue dejarme la piel para mejorarlo todo”.

En su entrevista en El Mundo, Cayetano Martínez de Irujo explica que la duquesa de Alba se limitó a dejar una carta a su hermano en la que le expresaba su deseo de que siguiese contando con él “para trabajar en lo que estaba haciendo”. El jinete aclara que, sin embargo, “sus intenciones no eran vinculantes”.