Los reveladores gestos de la reina Letizia, más madre que nunca, en Panamá: de su abrazo a la princesa Leonor a su charla con otros familiares

Ha sucedido. Tras meses separadas a raíz de la instrucción militar de Leonor (19 años), la princesa ha podido reencontrarse con la reina Letizia (52 años). Un momento esperadísimo por parte de ambas que, dadas las circunstancias académicas de la heredera al trono, ha acontecido muy lejos de España. Concretamente, el escenario de esta tierna reunión entre madre e hija se ha dado en Panamá, donde ahora ha atracado el buque escuela Juan Sebastián de Elcano, el navío de la Armada en el que la Princesa de Asturias surca los mares desde el pasado enero.

Enero, sí, marcándose muchas semanas desde que la prensa logró capturar la última fotografía de la futura monarca y su progenitora juntas en el mismo espacio. Sucedió en el puerto de Cádiz, aquel frío día 11 en el que se despidieron ante la atenta mirada de todos los presentes, en un adiós hasta nuevo aviso. Despedida inexorablemente amarga, que fue antesala de incontables aventuras en mar abierto, pero también de este reencuentro. De carácter no oficial y a otros tantos kilómetros de casa, y con la emoción de verse las caras por fin en el fin de semana del Día de la Madre. 

Un reencuentro marcado por la emoción, las sonrisas y los abrazos

Fecha clave en el calendario que ha reforzado todavía más los sentimientos en esta ocasión de excepción, en la que ha podido la Reina despojarse de su faceta estrictamente institucional. Todo para dejarse ver como una más. Una más de las madres de los guardamarinas que conviven con su primogénita a lo largo del trayecto que recorre la embarcación al otro lado del charco. La evidencia de que entre ella y su hija, más allá de sus funciones y obligaciones reales, hay una fortísima conexión. Inquebrantable.

Prueba de ello ha quedado en los gestos inmortalizados en la ristra de imágenes disponibles de su primer contacto tras cuatro meses comunicándose desde la distancia. Sonrisas permanentes en el rostro de ambas, y un cálido abrazo en el que se han fundido en el mismo momento de cruzarse, demostrando que están más que encantadas de tener la oportunidad de estar juntas otra vez. De poder compartir instantes, dejando claro que ese vínculo que las une sigue intacto, y que pese a que ahora vivan muy lejos a causa de la formación castrense en la Leonor está inmersa, continúan siendo un apoyo clave.

Siempre ahí la una para la otra... Y para los demás. Y es que otra de las cuestiones que ha llamado la atención de las instantáneas publicadas es la naturalidad con la que las dos se han relacionado con el resto de familiares. Especialmente, Letizia, que ha esperado en puerto la llegada del barco que ahora es hogar para la nieta de Juan Carlos I, charlando con total normalidad con otras madres y padres. Una estampa que se ha repetido ya con la princesa en tierra firme, creándose pequeños corrillos en los que, lejos de presentarse distantes o en el rol de Reina y próxima jefa de Estado, se han fundido entre las masas sin dificultad alguna.

Volverán a separarse en cuestión de días para retomar sus obligaciones

El caso es que se han mostrado absolutamente embriagadas por la emoción. Reacción que se entiende al revisar que tanto la consorte como Leonor son conocedoras de la excepcionalidad de esta situación. No solo porque llevan mucho tiempo alejadas, si no volverán a estarlo en cuestión de días. Tan sencillo como que, si bien el protocolo de Elcano permite visitas a los allegados de los alumnos como la que ha efectuado Letizia en puerto, estas se deben ceñir al itinerario programado. Y su duración también.

En este supuesto, está fijado que el tiempo de la princesa –y sus compañeros– en Panamá se extienda solamente hasta el próximo martes 6 de mayo, cuando el navío emprenda de nuevo su travesía, esta vez con destino Colombia. Sea como fuere, no es la hija la única que debe cumplir con las obligaciones planeadas, pues para la próxima semana también se prevén ya algunos actos en la agenda de doña Letizia. Véase su presencia en la Feria de Libros permanente de Madrid prevista para el viernes 9, en una enésima demostración de su implicación con el ámbito de las letras y la cultura.