Mientras el mundo cultural continúa llorando el legado literario de Mario Vargas Llosa, fallecido a los 89 años, sus hijos se ven ahora obligados a ocuparse de su legado material. Gracias a sus obras literarias, a sus trabajos periodísticos y a sus conferencias por el mundo, Mario Vargas Llosa acumuló un patrimonio que ronda los 10 millones de euros.
Cinco lujosas propiedades
La mayor parte de esa fortuna está invertida en bienes inmuebles. El escritor, que en 2010 ganó el Premio Nobel –dotado con 1 millón de euros–, adquirió a lo largo de su trayectoria casas por todo el mundo. En Lima, en el distrito de Barranco, tenía su refugio, allí donde pasó los últimos años de su vida tras su separación de Isabel Preysler: una vivienda con vistas al mar donde albergaba buena parte de su inmensa biblioteca.

Casa en Lima de Mario Vargas LLosa
Gtres
Su segundo hogar estaba en nuestro país: un piso en un edificio decimonónico del Madrid de los Austrias de 293 m2 y 39 de terraza. Aparte, poseía un piso en París, en el barrio de Saint-Sulpice –clave en su obra–, otro en un rascacielos de Nueva York y una residencia vacacional en Punta Cana. Vargas Llosa tenía también domicilada en España la empresa que gestionaba sus derechos de autor. Él mismo se había puesto, como administrador, un salario de 1,1 millones de euros anuales.
Una enfermedad incurable
La herencia del genio se abre mientras, poco a poco, vamos sabiendo más detalles acerca de su muerte. En su momento, se hizo público que la causa era una neumonía. Ahora El País informa que, más allá de esta circunstancia, el Nobel llevaba cinco años ba-tallando contra una enfermedad incurable.

En las inmediaciones de su casa de Madrid
Gtres
En 2020, Vargas Llosa fue diagnosticado de una enfermedad terminal para la que solo existía tratamiento paliativo. Lo primero que hizo al recibir el diagnóstico fue escribir una carta a sus tres hijos, con los que mantenía una relación tirante tras su separación de Patricia Llosa. Las cartas volvieron a unir a la familia.
Por entonces, Vargas Llosa aún estaba con Isabel Preysler. En 2022, se separó de ella y volvió con la madre de sus hijos. Al mayor de ellos, a Álvaro, le lega también su título nobiliario: marqués de Vargas Llosa, que le fue concedido en 2011 por el rey emérito Juan Carlos