Máxima de Holanda, una invitada +50 ideal con el vestido estampado con volantes que ha llevado con sandalias tipo cuñas en la graduación de su hija Ariane

Al igual que los reyes Felipe y Letizia, este fin de semana los reyes Guillermo y Máxima de Holanda han dejado a un lado las coronas para dar prioridad a su papel de padres. Mientras que la infanta Sofía se ha graduado de Bachillerato en Gales, la princesa Ariane de Holanda ha hecho lo mismo en Italia. La hija pequeña de los reyes de Holanda ha puesto fin a sus estudios de Bachillerato y sus padres no querían perderse un momento tan señalado.

Un instante en el que, aunque la protagonista del día ha sido Ariane, ha resultado inevitable fijarse en el look de la reina Máxima. La mujer del rey Guillermo de Holanda es una de las royals que más estilo propio tiene. Sus estilismos son conocidos por sus estampados, por sus tocados y por esos detalles con toques extravagantes con los que ella derrocha estilo y seguridad. Algo que ha vuelto a suceder en la graduación de su hija pequeña.

El vestido ideal para una madre de graduación

Máxima de Holanda ha elegido para la ocasión un vestido que ya lleva tiempo formando parte de su vestidor. Se trata de un vestido que está entre sus favoritos y que lució hace un par de años durante un viaje que realizó al Caribe. Un look de lo más apropiado para ir elegante en días de buen tiempo en los que hay que acudir a un evento. Porque el diseño que ha llevado Máxima, reúne todos los requisitos para ir impecable a graduaciones, comuniones, bautizos o cualquier otro evento propio de esta época del año que requiera elegancia.

Lo primero que ha llamado la atención del vestido de Máxima de Holanda, han sido sus colores y su estampado. La prenda de la firma Zimmermann es blanca y amarilla, un mix de colores arriesgado pero que si se luce bien, es todo un sí a la hora de brillar en un evento propio de la primavera o el verano. En cuanto a los dibujos, el diseño está repleto de un print inspirado en la naturaleza, con palmeras y aves como principales motivos. Otra forma de poner al estilismo uno de esos toques arriesgados que a Máxima de Holanda tanto gustan y que rejuvenecen los looks.

También hay que destacar los volantes que están presentes en dos zonas del vestido. Por un lado, al final de sus mangas largas. Por otro, en su falda. Ellos son los encargados de aportar originalidad y movimiento a un diseño de corte recto con el que la mujer del rey Guillermo de Holanda ha lucido, además de elegante, muy cómoda. Algo a tener muy en cuenta para jornadas tan frenéticas y emotivas como la que han vivido ellos en la graduación de su hija pequeña.

Además, hay que resaltar los complementos con los que Máxima ha elevado su look de invitada. La argentina es experta en recurrir a accesorios con los que aportar más personalidad y estilo a sus estilismo. Esta vez, unos pendientes maxi en forma de flor, un anillo también maxi y un cinturón blanco que también lució en el Caribe y que ha estilizado más si cabe el resultado, han sido su elección.

Las sandalias de Máxima de Holanda

Y también hay que destacar sus zapatos. Máxima de Holanda, aprovechando el buen tiempo que ha hecho en Italia, se ha puesto unas sandalias tipo cuña. Lejos de optar por unos zapatos de tacón cerrados y finos, en este sentido también ha optado por la comodidad. Si hay un tipo de calzado que las royals usan en verano cuando quieren huir de los taconazos pero sin perder la elegancia, esas son las cuñas, ya sean cerradas tipo las alpargatas como las que encantan a la reina Letizia, o abiertas como estas sandalias tan fresquitas de Máxima.

Unas sandalias que esta vez ha llevado en color blanco y de las que también llama la atención el agarre tipo tobillero en el que hay tachuelas que dan un punto diferente y moderno a esta calzado.

El color de uñas que ha llevado en manos y pies

Sandalias que, de paso, han dejado de ver el color que ha elegido para su pedicura. Al igual que para sus manos, Máxima de Holanda ha lucido un color de uñas oscuro y elegante que ha contratado con el look. Aunque hay una norma no escrita que dice que las mujeres de la realeza deben llevar las uñas o sin pintar o con colores muy discretos, ella es una de las que suele saltarse esta regla y lleva colores con los que sumarse a las tendencias.