Siendo sinceros. Suerte que Alain tuvo su romance exprés con Meritxell, pues si no, pocos recordarían su paso por GH17. Los entendidos en realities dicen que las historias de amor y desamor suelen garantizar a quienes las protagonizan unos pasos largos por estos programas, y en el caso de este moreno así ha sido, pues ha llegado a las puertas de la semifinal.
Estamos ante una edición con concursantes poco carismáticos. No ha habido una Nied, una Paula o una Aída Nizar. Y los que eran un poquito más llamativos por carácter como Bárbara se marcharon por su propio pie. Ahora nos queda en la casa un Miguel que ha tenido engañada a la audiencia con ‘su calvicie’, que nunca fue tal, Meri, que por su juventud se entusiasmó con el cariño de Alain y ha sido llamada 'la viuda de España', Bea, impulsiva y con genio, y Rodri, que lo mejor que pudo hacer fue emparejarse con ‘Naranjita la lía’.
Con Alain fuera de Guadalix, ya solo quedan 4 concursantes. Al reality le quedan dos telediarios. Semifinal y final. Y aunque la audiencia es soberana (pero, sobre todo, volátil) en otras ediciones ya sospechábamos, más o menos, quién podría ser el ganador (no nos digáis que cuando Paula se alzó con su triunfo no os pareció algo más que cantado), en esta no tenemos ni repajolera idea de quién puede llevarse el maletín con el suculentísimo premio en metálico. ¿Se lo debería llevar Miguel por el papel que ha interpretado? ¿Bea por su naturalidad y no haber sido una sombra más de la casa? ¿Meri por su sufrimiento? ¿O Rodri por su capacidad de adaptación al medio? Sea el que sea, que sepa que ya tiene un pie fuera de la casa más vigilada de España. Que se prepare para el cambio que está por dar su vida.