Cinco razones para ver (o no) la nueva serie 'Érase una vez... pero no'

'Érase una vez... pero ya no' relata la historia de dos amantes que fueron separados trágicamente y la maldición a la que condenaron a su pueblo. Ambos deben encontrarse en otra vida para poder romper el hechizo que cayó sobre el excéntrico pueblo que habitan. La trama pasará desde el medievo a un presente alternativo, uno que se verá trastocado por la llegada de dos turistas, ya que pondrá en riesgo la única posibilidad que tienen de romper el hechizo.

Se mire la secuencia que se mire, hay un rostro conocido. Sebastián Yatra (sí, el de 'Tacones rojos' o 'Chica ideal') encabeza un elenco en el que está acompañado por Mónica Maranillo ('La Voz') y Nia Correira (OT 2020), pero no son los únicos nombres que nos suena. Rossy de Palma, Asier Etxeandia, Mariola Fuentes, Itziar Castro, Mariana Treviño, Daniela Vega y Huichi Chiu completan el reparto. 

El tráiler ya advertía de que la música iba a ser muy importante en 'Érase una vez... pero ya no'; bueno, eso y que se trata de una comedia musical con tres cantantes como protagonistas. En cualquier caso, en el adelanto que compartió Netflix los protagonistas de la serie ya bailaban al ritmo de una versión propia de 'La revolución sexual', de La casa azul. Esto es solo un anticipo de la playlist que Manolo Caro y su equipo han preparado para esta alocada historia, una con la que recorrerán los rincones más divertidos y bailongos de los ochenta y los noventa.

Manolo Caro quería darle una vuelta a los cuentos clásicos, y eso es lo que hace en 'Érase una vez... pero ya no'. Esta miniserie, que es una comedia musical, reinventa el género para traerlo hasta nuestros días y añadirle un toque (extra) picante. A priori parece una idea descabellada, pero Caro sabe lo hace. El director mexicano ya ha trabajado con la plataforma en títulos como 'La casa de las flores' o 'Alguien tiene que morir'. Anteriormente, había dirigido otras comedias como la versión mexicana de 'Perfectos desconocidos'.

Son muchas las reacciones que hemos visto en redes sociales y en medios especializados. Gran parte de ellas dejan claro que es una apuesta demasiado arriesgada. Pretende ser una reinterpretación de los cuentos de hadas, pero el toque cómico y burlón hace que su trama pueda resultar algo bobalicona (y eso que intentan mostrar más de un subidón de temperatura). Lo mejor de la ficción es que es amena y su corta duración, apenas seis capítulos, hace que sea fácil de ver. Además, su final es cerrado. El plan perfecto para una tarde de sofá.