El yogur es un producto fermentado por bacterias acidolácticas beneficiosas para el organismo: protegen los huesos, facilitan las digestiones... por ello, los expertos recomiendan que se tome por lo menos uno cada día.
Una ayuda contra la osteoporosis
El calcio es un mineral clave para la salud ósea a cualquier edad. Y resulta que un solo yogur ya contiene cerca del 20% de la cantidad diaria recomendada del mismo. Durante la menopausia, es bueno tomar los yogures enriquecidos aún con más calcio y con vitamina D, para contrarrestar la desmineralización ósea que provoca la caída de los estrógenos.
Un bálsamo para tu sistema digestivo
Gran parte de los trastornos más recurrentes asociados con la digestión de los alimentos mejoran (o incluso se evitan) gracias al consumo regular de yogur.
Si tienes tendencia al estreñimiento. Opta por yogures con bifidobacterias añadidas. También puedes notar mejoría (aunque menos) si tomas yogures blancos: sus estreptococos y lactobacilos mejoran las deposiciones. Ambas recomendaciones son igualmente útiles en caso de sufrir síndrome de intestino irritable.
Si presentas intolerancia a la lactosa. A algunas personas, digerir el azúcar de la leche les provoca importantes molestias: gases, diarrea, dolor de abdomen... Esas mismas personas, en cambio, toleran mucho mejor el yogur porque con el proceso de fermentación la lactosa se 'rompe' en alrededor del 25%.
En caso de úlcera. La bacteria Helicobacter pylori provoca gastritis y úlceras de estómagos. Si te recetan fármacos contra ella, ten en cuenta que puedes potenciar su efecto ingiriendo yogur.
Diarreas durante el tratamiento con antibióticos. Estos medicamentos suponen una agresión para muchas de las bacterias buenas que pueblan nuestro intestino. Como consecuencia, puede presentarse diarrea. Estas disminuyen notablemente si antes, durante y tras el tratamiento tomas yogur con regularidad.
Muchos nutrientes sin engordar
El yogur es un alimento muy rico en nutrientes a pesar de aportar pocas calorías. Además, dichos nutrientes no se pierden en su versión desnatada, ideal para conservar la línea.
Un alimento completo... Potasio, fósforo, riboflavina, el 15% de la cantidad diaria recomendada de vitamina A y D... Todo esto aporta el yogur, además que de sus proteínas son de alto valor biológico, lo que quiere decir que aportan toda la variedad de aminoácidos.
...sin grasas. Cuando tomas un yogur desnatado, le ahorras a tu silueta y a tu corazón la grasa original de la leche, que es saturada (o lo que es lo mismo, poco saludable). En cambio, ni el contenido en calcio ni el de vitamina A y D tienen por qué verse resentidos sin están suplementados.
Qué versión te conviene más
Conocer las distintas opciones de yogur 'enriquecido' que se comercializan te permitirá escoger mejor la que más contribuya a tu buen estado de salud.
Con antioxidantes. Incluyen frutos secos, frutos rojos... ingredientes con poder antioxidante sobre las células.
Con ácidos omega 3. Es un tipo de grasa, también presente por ejemplo en el pescado azul, con gran efecto protector sobre el sistema cardiovascular y, por tanto, sobre el corazón.
Con vitamina D y calcio: a los yogures enriquecidos con calcio extra se les suele añadir también vitamina D porque esta ayuda a la correcta fijación del calcio en los huesos.
Con probióticos y/o prebióticos: los primeros son bacterias vivas (bifidobacterias, lactobacilos) que ayudan a equilibrar la flora intestinal; los segundos, son sustancias que contribuyen a que las bacterias 'buenas' de la flora se reproduzcan.
Con esteroles: contribuyen a la disminución del colesterol pero si se abusa pueden impedir la correcta absorción de ciertas vitaminas.