Violeta Mangriñan en cifras: una casa en propiedad, otra en alquiler y muchas mudanzas

En los últimos meses la vida de Violeta Mangriñan (29 años) ha dado un giro de 180 grados. Hace poco más de dos años que la influencer y su pareja, Fabio Colloricchio (33 años) decidieron mudarse a Valencia, la tierra de ella, para estar más cerca de la familia después de muchos años viviendo en Madrid. Pero poco después de hacer realidad la casa de sus sueños y comenzar su rutina en levante, la joven supo que estaba embarazada, algo que no esperaban a corto plazo, pero afrontaron con felicidad. Ahora, que su hija Gala acaba de cumplir un año, sus circunstancias han cambiado tanto que ya no es solo que se hayan convertido en padres, es que ya están esperando su segundo bebé, por lo que vivir lejos de la capital y viajar por trabajo de continuo se les ha terminado haciendo tan complicado que han decidido regresar para quedarse y evitar así continuos desplazamientos.

Violeta tiene una comunidad muy fiel en sus redes, de hecho, es una de las influencers que más contenido de su día a día comparte, por lo que además de recibir mucho cariño de sus fans, también recibe algunas opiniones quizá no tan bienvenidas. En los últimos meses ha habido quién ha entendido sus movimientos y quién directamente la tacha de ‘caprichosa’, pero lo cierto es que ella y Fabio son quienes han sufragado los gastos que conllevan sus decisiones y por tanto, más allá de críticas o halagos, toman las medidas que consideran oportunas para su familia. Lo que no se puede evitar es que estos cambios generen curiosidad, y Lecturas tiene todos los datos para satisfacerla.

Otra de las tendencias a la que se ha sumado Violeta Mangriñán es a la del color verde en su versión más llamativa. Este tono se va a ver muchísimo en los próximos meses. Ella lo ha llevado en unos pantalones cargo con los que ha lucido moderna y favorecida.

Las propiedades de Violeta Mangriñan

Y una de las claves de esta historia es que en realidad Violeta solo es propietaria de una vivienda, la de Valencia, que construyó a su gusto y que ahora tiene alquilada. Se trata de una vivienda con una parcela de 572 metros cuadrados de terreno y 238 edificados, se trata de una casa unifamiliar dividida en tres plantas; sótano, planta baja y planta alta. La propiedad le pertenece únicamente a Violeta, aunque la compró cuando ya había comenzado su relación con Fabio y con la intención de mudarse ambos para vivir allí, solo consta ella en las escrituras oficiales de la vivienda.

Ella siempre presume de ser muy independiente y económicamente está claro que no es, de hecho, también tiene una empresa a su nombre, ‘Violetashop SL’, dada de alta en 2019 con un capital social de los 3.000 euros mínimos exigidos y de la que es Administradora Única. La sociedad está dedicada a “la comercialización, distribución, importación y exportación de textiles, ropa, calzado y complementos y artículos del hogar, regalo y decoración”, y es que en ese año lanzó su propia colección de ropa, pero poco después llegó la pandemia, después su primer embarazo y finalmente no continúo con el proyecto. Sin embargo, la sociedad sigue en pie y se le ha añadido un apéndice; “la representación comercial de empresarios y empresas”, lo que indica que es probable que existan nuevas iniciativas que puedan crecer bajo el paraguas de esta empresa.

Aunque lo cierto es que ahora Violeta y Fabio están centrados en el nuevo embarazo de ella, instalándose en Madrid junto a la pequeña Gala y atendiendo a su vez sus compromisos profesionales que no dejan de crecer. Él está logrando hacerse poco a poco un hueco en la música, y ella cada vez tienen más contratos y colaboraciones como influencer, lo que llevará ahora mejor que nunca puesto que ya no tiene que coger un AVE cada vez que debe ir a trabajar, y eso, para a la hora de conciliar profesión y maternidad es sin duda importante.

Y más en este momento en que el crear contenido se ha convertido en su sustento y ella cada vez va profesionalizando más su perfil, sin dejar de mostrarse natural y contando su día a día, desde el té matcha que bebe a las noches en que no duerme, porque al final es lo que sus seguidores demandan. Aunque a lo largo de los años ha ido evolucionando mucho, poco queda de aquella joven que se presentó en el plató de ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’ queriendo encontrar el amor y que terminó enamorándose de verdad en ‘Supervivientes’, de Fabio, una relación por la que pocos apostaban y que ya va por el cuarto aniversario, la tercera mudanza y el segundo hijo.