Ruth Lorenzo: "Mi madre me iba a abortar. Decidió no hacerlo subida en el tren para ir a Francia"

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En el Reino Unido llegó hasta la final aunque no se manejara con el inglés tan bien como el resto de sus compañeros por aquello de ser de Murcia y no de ningún condado cerca de Londres o Liverpool. Después, en Eurovisión se batió el cobre ante una audiencia millonaria y cerca de cincuenta países en competición... Es normal que ahora a Ruth Lorenzo le toque juzgar y no ser juzgada. Forma parte del jurado del nuevo talent show de Telecinco, ‘Levántate’, en el que los concursantes son padres e hijos que cantan a dúo las canciones de su vida. Esas con las que se arrancan mientras hacen la comida, secan los platos o limpian el polvo. Ruth confiesa que en esta nueva etapa profesional llora como una magdalenta, que se pasa el día emocionada perdida, sobre todo porque, si bien todos en algún momento nos veremos reflejados en esas historias maternofiliales de las que como público seremos testigos, a ella, ese vinculo maternal le toca un poco más de lo debido. Su madre también cantaba, como ella, dice que sus amigas le recuerdan que mil veces mejor que ella, pero a los 25 años perdió la voz y quince años después, cuando se quedó embarazada de esta artista, estuvo a punto de abortar y decidió no dar el paso en el mismo tren que la llevaba a Francia cuando en España aún aquello no podía hacerse.

 

Requisito fundamental para ver este programa: un paquete de ‘kleenex’.

(risas) Es muy fuerte ¿verdad? Yo con lo llorona que soy... uff. Lo paso fatal... Es que soy muy emocional. Y luego pienso que la música existe para aflorar esas emociones que llevamos dentro, que nuestro día a día no deja salir. Además, es que es inevitable no echarte a llorar cuando ves a una madre o a un padre y un hijo y no pensar tú en los tuyos. Porque no todos somos padres pero todos hemos tenido una madre... Y, después, les ves luchando el uno por el otro, haciendo algo que les emociona, que les gusta. ¿Ves? Se me pone el vello de punta.

 

Imagino que también te recuerda a tus comienzos...

Es que yo he sido concursante... Yo soy concursante. Todo el que está en este mundo de la música lo es. Se compite a diario por seguir en él ¿te parece poco? Y luego veo lo que sienten porque yo lo he sentido, ese miedo que se pasa antes de salir al escenario, el miedo que se pasa antes de cantar, cuando te están colocando y ves el video de presentación. ¡ese es el peor momento!

 

Pero tú ahora ya no pasas ese trago por lo menos

Pero lo paso fatal teniendo que valorar. Jo, y cuando una pareja tiene que irse...  Siempre estoy: Pero ¿por qué tienen que marcharse? Y siempre pido que se puedan repartir las votaciones... Es muy complicado. Pero algo que me gusta decir a los concursantes y recordarles es que esto es solo un principio, pero que si cogen todo esto a su favor, pasen a la siguiente fase o no, y aprenden realmente pueden hacer algo mágico. Mira, algo que me dijeron en X Factor que me marcó fue en una reunión cuando un mandamás del programa nos dijo: el año que viene, probablemente, sólo dos de los que estáis aquí os dedicaréis a la música, el resto volverá a trabajar donde estaba. Y yo pensé: que te crees tú eso. (risas) Tienes que enfrentarse a las cosas con ese carácter. Aquí hay gente que puede que ya hayamos perdido, pero hay muchísimo potencial.

 

¿Qué es lo que te hace levantarte, lo que te pellizca para que te levantes de la silla ante una actuación?

Cuando alguien ejecuta perfecto con emoción te levantas, pero a veces te levantas sin que esa ejecución haya sido de libro. A mí, alguien que me levanta es Sabina, que no es un gran cantante, pero que me levanta. Yo, en mi caso, me dejo llevar por la emoción porque lo que hace el arte es emocionar. Si te dejas llevar por otra cosa es más frío o quizás es que no es de verdad. Este formato es totalmente nuevo, no hay guión, vamos todos creciendo con él por eso quizás también no sea perfecto pero tiene tanta verdad. Cuando tú ves en la tele alguien que se enfada de verdad, alguien que ama de verdad, conecta porque tiene vida, tiene verdad. Y eso es lo que tiene Levántate y lo que a mi me tiene emocionada perdida. Porque me podrás haber visto llorar antes, pero no me has visto llorar de verdad. En el programa, ante las cámaras, yo me aguanto, pero luego me deshago

 

Hace un año estabas a flor de piel también con Eurovisión, ¿qué consejo le darías a Edurne?

Uy, no me gustaría por nada estar en su posición ahora. Se pasa tan mal. Se trabaja tan duro... Tantas opiniones, tanta gente diciéndote lo que tienes que hacer, lo que tienes que ponerte, lo que tienes que comer... Yo fui una rebelde sin causa. Le hice la vida imposible a todo el mundo, creo... (risas) Pero lo pasé tan bien... Le deseo mucha suerte y que ella sea ella misma en todo momento. Sobre todo porque si sale bien, sale bien, pero si la cagas y has sido tú mima de por vida se queda eso ahí. Todo lo que hagas lo tienes que hacer de corazón, para bien o para mal, porque lo has hecho tú y a tu manera.

 

Tú además con lo autoexigente que eres... ¿De ahí también tus problemas con la anorexia? ¿Cómo estás ahora?

Lo tengo muy presente como cualquiera con una enfermedad de este tipo. Yo padecí anorexia nerviosa desde los 9 años que después desarrolló en bulimia hasta el día de hoy. Porque puedes no tener síntomas físicos pero sí que siempre tienes la enfermedad presente. Es algo que vives de por vida. Puede ser que te recuperes físicamente, que estés estable y bien, pero siempre está ahí. Y tienes que saber que siempre tiene que estar ahí para no volver a caer. Una de mis canciones de mi último disco, ‘Patito feo’, va escrita a ese patito feo que llevo dentro para que se me olvide que no tengo que ser tan dura conmigo misma, tan perfeccionista.

 

Es lo que te decía de la autoexigencia que, a veces, no es muy saludable...

Todos los seres humanos somos críticos con nosotros mismos. Quién se levanta de la cama y se dice mirándose al espejo: duerme tranquila, lo están haciendo bien, no seas tan dura, ten paciencia contigo misma, quiérete un poco... Nadie. Es muy dificil hacer eso. Y es muy importante hacerlo. A fin de cuentas los problemas que has tenido y cómo los has resuelto son los que te hacen ser la persona que eres. Yo, por ejemplo, gracias la música, ha sobrevivido. Si no fuera por cantar yo no estaría aquí.

 

¿Qué cantabas con tu madre a dúo cuando eras pequeña?

Mi madre cantó hasta los 25 años, que perdió la voz. Cantaba en la radio. Canción española. Hasta que un antibiótico en mal estado que le dieron le segó la voz. Ella siempre dice que yo soy su viva imagen, por cosas de la vida, yo nunca pude conocer a mi padre biologico, y mi madre siempre me susurraba aquella canción que dice: “Te quiero más que a vida... Y sin embargo, te quiero”. Canción española que yo en cambio nunca he sabido cantar. A veces, mientras cocina, o limpia, ella intenta cantar esas canciones, las habla más que la canta, y yo la acompaño.

 

¿Entonces tu voz es la suya?

Yo nunca  he escuchado a mi madre cantar. Ella me tuvo con 40 años y perdió la voz como te digo a los 25... Yo hace nada tenía 25 y si le gustaba tanto cantar como a mi, te confieso que si yo perdiera la voz como ella, me muero, me marchitaría totalmente. Cantar es mi manera de expresarme. Yo canto por los pasillos, canto para ponerme bien, para expresar lo que tengo malo, canto en todo momento. Las amigas de mi madre dicen que cantaba mejor que yo, que lo hacia mil veces mejor que yo. Y cuando lo escucha mi madre replica: ¿Has visto como era verdad? Le pasaba lo mismo que a mí... Es que... Jo... Tengo una relación con mi madre que el día que se sepa la historia de mi madre y mía... Es muy fuerte.

 

Vuestra conexión es brutal...

Sí. Es brutal. Mira, mi madre me iba a abortar. Iba a ser un aborto y decidió no hacerlo subida en el tren para ir a Francia. Ahora, me mira y dice que soy su vida, su misma imagen. Mi madre entonces ya tenía más hijos, una situación dificil, separada, con un negocio a punto de empezar... y quédate embarazada de un quinto hijo y tira para adelante, tenía muchas presiones de mucha gente, muchas cosas en contra... Pero ahora ya te digo que me mira y me dice: te veo y tus gestos son los mios, tus manos son las mías, tu voz es la mía y todo lo que haces, eres y dices soy yo. Y cuando ella me ve cantar, se ve a si misma. Sí. Tengo una conexión con mi madre fuera de lo normal. Quizás todos la tengamos. Yo la adoro con toda mi alma y mi corazón. No quiero ni pensar en el día que ella no esté.

 

 

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