Todo empezó como una romántica tarde entre dos enamorados, Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez. Los dos pretendían vivir una escapada a la naturaleza, aprovechando la bajada de temperaturas que reinaron hace unos días en Madrid, pero la cita terminó de la manera más insospechada…
Los dos novios viajaban en uno de los coches de lujo del futbolista con dirección al puerto de Navacerrada, uno de los lugares de montaña preferidos por los madrileños para practicar esquí. Parece que ese iba a ser el objetivo de Georgina y Cristiano pero el día terminó de vuelta en el hogar y antes de tiempo. Cuando estaba conduciendo, Cristiano sintió que no podía continuar manejando su coche, un fuerte dolor se lo impedía. No olvidemos que el sábado 21, en el partido del Real Madrid contra el Málaga, Ronaldo lució un vendaje en una de sus manos. Este habría sido el motivo que los llevó a parar en una isleta de la carretera y esperar a que les echaran una mano.
El deportista llamó a la Guardia Civil, tal y como revela Informalia, y fueron atendidos por los servicios médicos que acudieron prestos a su llamada. Así, tanto Cristiano como Rodríguez volvieron a casa en ambulancia en vista de que este no podía conducir en el estado en el que se encontraba su muñeca. Además, una grúa remolcó el impresionante coche que les llevó hasta el puerto de montaña, y que, para ser honestos, no pasó inadvertido para el resto de conductores que alucinaron al ver un vehículo semejante aparcado en una isleta.
¿Os imagináis a Cristiano con su chaleco amarillo fluorescente? Entre eso y el brillo de los diamantes en sus pendientes no sabemos como los conductores no denunciaron deslumbramientos en la sierra…
![¿Qué le ocurrió a Cristiano Ronaldo para tener que volver a su casa en ambulancia?](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 630 419"%3E%3C/svg%3E)
El sábado 21, en el partido del Real Madrid contra el Málaga Ronaldo lució un vendaje en una de sus manos. Este habría sido el motivo que los llevó a parar en una isleta de la carretera y esperar a que les echaran una mano.