El mundo del espectáculo y la cultura está de luto. Ayer, Concha Velasco fallecía a los 84 años por una complicación de su enfermedad. Eran sus hijos quiénes daban la noticia a través de un sentido comunicado. Tras conocerse la noticia, centenares de amigos y conocidos lamentaban la muerte de la icónica actriz y le rendían homenaje en el teatro La Latina de Madrid, donde se instaló la capilla ardiente de la chica 'ye-ye'. Hoy, los gestos de cariño y respeto hacia Concha han continuado en un emotiva misa en su honor en la Catedral de Valladolid. Ha sido aquí donde Manuel, hijo de Concha Velasco, ha dedicado un precioso discurso a su madre para despedirse de ella y agradecer el cariño que les ha rodeado desde que ayer se conocía la noticia.
El joven ha tomado la palabra, en su nombre y en el de su hermano, Paco Marsó, así como el resto de la familia Velasco. "Gracias por el cariño demostrado a nuestra madre, que era una vallisoletana más, pero una de las más queridas", ha comenzado Manuel, agradeciendo la presencia de todos, en especial de Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta, y a Jesús Julio Carnero, alcalde de Valladolid.
"Son días extraños. Son días tristes. Pero también son días bonitos", ha seguido el joven, destacando que es una auténtica pena que Concha no pueda ver "la auténtica muestra de devoción y cariño" tanto de Valladolid como de toda España. Aún así, Manuel está seguro que su madre lo está viendo todo porque "era la mejor madre del mundo", ha dicho antes de añadir, visiblemente emocionado, que "si alguien se merece estar en el cielo, esa es nuestra madre".
Tras terminar este homenaje, el cortejo fúnebre ha recorrido los puntos más relevantes de la ciudad hasta el cementerio del Carmen, donde Velasco descansará en paz en el Panteón de Personajes Ilustres, junto a otros personajes ilustres como Miguel Delibes o José Zorrilla.
La historia y legado de Concha Velasco: su pasión profesional y su vida personal
Icónica y polifacética son dos adjetivos que definen perfectamente lo que fue Concha Velasco. Actriz, cantante y presentadora, la chica 'ye-ye' demostró durante toda su trayectoria profesional el gran talento con el que había nacido y que no dejo de desarrollar. Trabajó tanto en la gran pantalla, junto a Tony Leblanc, como en la televisión con varias series y programas que conducía con gracia y humor. Y el teatro, por supuesto. El lugar donde Concha desplegaba todo su arte y habilidad y que más tristeza le generó dejar debido a su delicada salud. En definitiva, un talento, unido a una voz inigualable y un carisma único que se ganó el cariño y respeto de público y compañeros de profesión.
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Gtres
A nivel personal, no era un secreto que Concha tuvo varios e intensos amores. Uno de ellos fue el director de fotografía Fernando Arribas, que estaba casado durante el año y medio que duró su noviazgo. Tras terminar esa turbulenta historia, Concha se enamoró profundamente del productor teatral, Paco Marsó. "Todas las mañanas me levanto y la primera persona en la que pienso es Paco Marsó, y la última en la que pienso antes de acostarme es Paco Marsó", dijo la actriz en 'El éxito se paga', sus memorias publicadas en 2014.
Se casaron el 18 de abril de 1988, en una ceremonia íntima y privada. Poco después, nació Paco, su único hijo en común. No obstante, a pesar del gran amor que habían sentido, su convivencia estuvo marcada por las infidelidades y adicciones de Marsó. Una situación que la actriz no quiso tolerar más y puso fin a su matrimonio en 2005.
Eso sí, no cabe duda que los amores de la vida de Concha fueron sus hijos: Manuel, fruto de su relación con Arribas, y José, hijo de la actriz con Paco Marsó. Ellos han sido su mayor apoyo en todo momento, especialmente en sus últimos tiempos. De hecho, hace apenas unos días, veíamos a Manuel visitar el centro en el que se encontraba Concha con un ramo de flores para celebrar su 84 cumpleaños.