Así es la nueva vida de Raquel Morillas: de concursar en 'Gran Hermano 3' a vendedora de cupones de la once

Raquel Morillas fue una de las concursantes que más dieron de qué hablar en 'GH3'. Ahora vive en Santa Pola, Alicante, donde vende cupones de la ONCE

Raquel Morillas
Gtres

Raquel Morillas (48 años) fue una de los concursantes que más dieron de qué hablar en 'Gran Hermano 3'. No consiguió hacerse con el codiciado maletín, pero convivió con Kiko Hernández, Patricia Ledesma o Javito, ganador de la edición, en la casa de Guadalix de la Sierra. También se enamoró de Noemí Ungría. Juntas recorrieron los platós de Telecinco. Lo suyo no fue solo cosa de reality. Se dieron el sí quiero en 2003, solo un año después. Lo que rápido empieza, rápido acaba y apenas unos meses después, en 2004, concluyeron su historia de amor.

Poco después de participar en 'GH', sufrió un accidente de tráfico del que sigue teniendo secuelas. "Es posible que nunca llegue a superarlo", contó a la revista 'Semana' sobre las graves secuelas que sigue teniendo. "No veo por el ojo izquierdo, no oigo tampoco por ese oído, tengo un pitido constante y además sinusitis crónica", añadía. Esto ha provocado que tenga una incapacidad del 41 por ciento. Pese a esto, Raquel afronta su día a día con optimismo. Trabaja para la ONCE y aprovecha su popularidad en redes sociales para contar sus anécdotas laborales.

Su día a día está lejos de los platós y de la televisión en los que la conocimos. Actualmente, reside en Santa Pola, Alicante, junto a su mujer Noah. Allí trabaja desde 2019 como vendedora de cupones de la ONCE. "Trabajo a pleno sol en verano y con frío en invierno, también los fines de semana", relataba a la citada publicación. Aseguraba que es feliz con su trabajo actual y con el trato diario que tiene con los vecinos que ya la conocen.

Le cuesta ver fotos antiguas. Ya casi ni se reconoce de todo lo que ha cambiado a nivel físico y mental. "Tengo que decir que a pesar de todos los cambios que se produjeron en mi cara, hoy me siento mejor que nunca", añadía. Esta transformación la ha conseguido a base de trabajo y ayuda profesional, aunque destacaba que ya no va al psicólogo.

El salto a la fama de Raquel Morillas

La madrileña fue una de las seleccionadas para la tercera edición de 'Gran Hermano'. La audiencia decidió que fuese la tercera expulsada. Pese a eso, protagonizó muchas entrevistas en los platós y reportajes en revistas. El interés por Raquel creció aún más cuando se hizo pública su relación con Noemí Ungría, otra de las concursantes de la edición. Juntas hicieron uno de los primeros reportajes de boda entre mujeres.

Con ella, tuvo el accidente que le cambió la vida. Tuvo lugar en la C-32, en Argentona, Barcelona. El descapotable que conducían cayó por un terraplén de unos siete metros de altura. Dio varias vueltas de campana hasta que frenó en seco. Quedaron atrapadas. 

Raquel Morillas
Mediaset

Noemí conducía, pero fue Raquel quien sufrió las peores consecuencias de este accidente. Tuvo varios traumatismos craneoencefálicos, fracturas faciales y perdió la visión y la audición del lado izquierdo. Tuvo que ser operada de urgencia y fue intervenida en más de diez ocasiones. Eso fue solo el principio. A esto le siguió una complicada recuperación. Estuvo unos meses alejada de plató y reapareció en 'Crónicas marcianas'. Estaba afectada emocional y físicamente. Ya entonces reconoció que no podía ver imágenes de antes del accidente.

Poco después volvió a ser noticia por su ruptura con Noemí Ungría. Cada una hizo su propia gira por los platós para contar su versión. No acabaron bien. Se reencontraron en 'Gran Hermano', pero la relación acabó tan mal que terminó con una denuncia de por medio. "De Noemí no sé nada, no la he perdonado. Hay cosas que no se pueden perdonar. Me denunció por maltrato y perdió. Cuanto más lejos mejor, cada vez que se acerca me pasa algo. Me ha hecho mucho daño", comentó hace tres años en el plató de 'Sábado Deluxe'. Tras esto, se alejaron del foco mediático y cada una rehizo su vida.

Volvimos a saber de Raquel en un 'Deluxe'. Entonces, se sinceró sobre los muchos problemas que había arrastrado después. Confesó una adicción al juego. Por culpa de esto, perdió una abultada cantidad de dinero y se endeudó con varios créditos. Tras mucho trabajo, consiguió superarlo y no ha vuelto a jugar. Sí se ha vuelto a enamorar. Comparte su día a día con Noah Soriano, una profesora de pilates. Con ella, lleva varios años de relación y se han dicho eso de 'sí, quiero' en 2020. "Estoy muy feliz. Tengo un buen trabajo, una pareja que es lo mejor del mundo mundial, tengo salud...", aseguró en 'Deluxe'.