La expectación por ver a Meghan Markle reaparecer en La Haya era máxima. Desde que los duques de Sussex dejaron de formar parte de la corona británica sus apariciones son contadas. Así que cada vez que la actriz se deja ver, todas las miradas están puestas en ella y en sus estilismos. Para esta visita que ha hecho después de hacer una parada en Londres y reencontrarse con Isabel II, la mujer del príncipe Harry hay lucido espectacular con una de las grandes tendencias de la primavera, la del traje oversized. En este caso ha llevado uno en color blanco con el que ha deslumbrado y ha inspirado para ir de invitada a una comunión o un bautizo.

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Meghan Markle y el príncipe Harry

Meghan Markle ha optado por ese mix de elegancia y comodidad que aporta un traje de chaqueta que está repleto de virtudes. El color blanco siempre es sinónimo de elegancia, y con su piel morena hace un contraste ideal. Además, el hecho de que sea oversized, hace que no marque absolutamente nada, un plus sinónimo de comodidad y estilo. Sin perder de vista que tanto el blazer como el pantalón gracias a su anchura, sientan bien a todo tipo de cuerpos.

Meghan Markle

Meghan Markle con look total white.

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Meghan Markle ha combinado su traje blanco de forma impecable. La duquesa de Sussex no ha querido crear ningún contraste de color y se ha sumado a la tendencia de los looks monocolor poniéndose unos zapatos en color blanco y con un bolso del mismo tono. Esta vez ha decidido no ponerse ninguna blusa o top debajo del blazer, pero sería otra opción muy válida para darle otro toque. Porque si algo tiene este traje oversized es que es de lo más versátil. Se puede llevar con una prenda debajo de otro color, con complementos de tonos llamativos que se llevan mucho esta primavera, con toques en negro… Un sinfín de opciones que lo convierten en un infalible del fondo de armario de primavera.

El traje blanco oversized de Meghan Markle es perfecto para un look de invitada a una comunión o un bautizo, para un evento al que hay que ir arreglada, e incluso para una de esas jornadas de oficina en la que hay actos o reuniones en las que una tiene que lucir su mejor versión.