Pilar Eyre

Pilar Eyre

Letizia, Felipe, infantas Elena y Cristina y Urdangarin
Gtres

Letizia cortó todo contacto con su cuñado y ni Cristina ni su marido la han perdonado jamás

Ni Elena ni Cristina hablan con su hermano, ni con su cuñada. Al principio, Letizia e Iñaki tenían muy buena sintonía al ser los dos plebeyos de la familia, pero cuando empezaron a aflorar las sospechas sobre Iñaki, Letizia cortó todo contacto con su cuñado y ni Cristina ni su marido la han perdonado jamás. Lo cierto es que, en la actualidad, el futuro de las hermanas casi está más claro y es más brillante que el de Letizia y Felipe. Elena y Cristina, a pesar del ‘vacunagate’, viven ahora con la tranquilidad de que, siendo el padre ya residente fiscal en Abu Dabi, recibirán una fabulosa herencia de forma legal, limpia de polvo y paja. Una fortuna que las convertirá en unas de las mujeres más ricas de España, codeándose con Ana Patricia Botín, las hijas de Amancio Ortega o las Koplowitz. Lo que pareció al principio un castigo para don Juan Carlos, un exilio obligado por la Casa Real y Moncloa en Abu Dabi para salvar a la Corona, se va revelando como una estrategia formidable para regularizar su problema económico-tributario. Quizá no pretendió en ningún momento salvar a Felipe como pensábamos, sino salvar su fortuna y que sus hijas pudieran recibir una herencia inmaculada. Solo las hijas, ya que recordemos que Felipe renunció a ese dinero en una carta dada a conocer hace ahora un año, una renuncia que deberá ratificar legalmente cuando muera su padre. Se cuenta que Juan Carlos se ha lamentado en un momento de bajón: “Con este Gobierno, la monarquía no durará más de diez años”. Si acierta, quizá veremos la extraña situación de que sean las hermanas las que deban ayudar económicamente a Felipe, cuyo único medio de vida sería reintegrarse en el Ejército, mientras que Letizia podría volver a su adorada profesión de periodista. ¿Por qué no? ¡Nada en esta familia puede ya sorprendernos!

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