La Reina ha cumplido tres años. En la historia de Letizia Ortiz Rocasolano están escritas dos fechas con letras de oro: la del 22 de mayo de 2004 cuando se convirtió en Princesa de Asturias tras casarse con el príncipe Felipe y la del 19 de junio de 2014, fecha en la que su marido fue proclamado Rey. No hay muchas mujeres en el mundo que puedan presumir de haber protagonizado tan magnos acontecimientos y menos aún cuando, ni sus mejores sueños, podía haber imaginado estar allí.

Hace algunos años, la reina Noor de Jordania, a quien su sucesora Rania sacó del plano en cuanto, una vez muerto Hussein, su marido Abdalá fue proclamada rey, escribió un libro sobre su vida que tituló “Memorias de una vida inesperada”. La cuarta y última esposa del carismático Hussein de Jordania explicaba con toda naturalidad que tuvieron que pasar muchas cosas y no todas buenas para que ella, Lisa Halaby, una arquitecta estadounidense de remoto origen sirio, se encontrara, en la inauguración del nuevo aeropuerto de Amman, con el monarca jordano viudo a la sazón de Alia Tukán, su tercera esposa muerta trágicamente en un accidente de helicóptero. Hussein que primero se había casado con una prima, se divorció para casarse con una inglesa, Tony Gardiner, hija del agregado militar de la embajada de Gran Bretaña en Jordania a quien el rey conoció en el rodaje de Lawrence de Arabia. La joven se convirtió al islamismo y adoptó el nombre de Muna (la elección) de Hussein, tuvo cuatro hijos uno de ellos, el actual rey Abdalá, pero su matrimonio también acabó en divorcio. Hussein se volvió a casar con Alia, una palestina de pura cepa, con el fin de congraciarse con el mundo árabe tras el conflicto del Septiembre Negro que enfrentó al rey jordano con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). En fin que la vida de Hussein dio muchas vueltas hasta encontrar a Lisa, casarse con ella y convertirla en Noor(Luz) de Hussein.

Si algún día la reina Letizia escribe sus memorias también podría enredarse en toda una serie de episodios que permitieron que un día se encontrara, en una cena de periodistas, con el príncipe Felipe. El heredero, con un historial sentimental llenó de obstáculos no superados, echó el órdago con Letizia dispuesto a no aceptar las presiones que acabaron por romper algunas de sus anteriores relaciones. Letizia Ortiz Rocasolano, divorciada ya de su primer marido, Alfonso Guerrero, pudo haberse quedado en nada si en vez de haber estado casada por lo civil se hubiera casado por la iglesia lo que habría complicado extraordinariamente la cuestión. Letizia encontró a un príncipe escarmentado por anteriores fracasos y dispuesto a sus 35 años a dar el paso definitivo. Ambos lo vieron claro, aunque su noviazgo secreto solo duró unos meses.

Letizia pasó diez años como princesa demostrando desde el primer día que tenía ideas propias y logrando que algunas, una vez llegada a reina, se hayan llevado a la práctica En algunas cuestiones, la reina Letizia se ha adoptado a la Corona y en otras, muchas, ha sido la Corona la que se ha tenido que adaptar a ella. El resultado es que, en estos tiempos de confusión política en los que el Rey trata cumplir escrupulosamente sus funciones constitucionales sin hacer ruido, ella, la Reina, pisa fuerte. No me extraña que estrene tantos zapatos.