Terelu Campos (59 años) está viviendo una nueva oportunidad en 'Supervivientes 2025' después de abandonar tras pasar 18 días en Honduras. La presentadora aseguró que mentalmente podría continuar pero que su cuerpo le había puesto punto y final por motivos de salud que prefería no especificar. Lo que nadie se esperaba es que semanas después de su regreso a España la hermana de Carmen Borrego regresara con una nueva misión.
Sí, la madre de Alejandra aceptó y actualmente se encuentra en el reality más extremo de Mediaset junto a sus compañeros, pasando la noche a la intemperie y casi en las mismas condiciones que el resto a pesar de no ser concursante oficial. Con muchas ganas de superarse a sí misma ( y ya puestos la marca que hizo Carmen en su edición), Terelu ha vuelto a demostrar que es un animal televisivo.
Da exactamente lo mismo que no sea participante, que no hagas las pruebas de líder ni de recompensa o que no nomine porque la presentadora "no para, no para, no para" de dar vídeos. Sabe lo que es hacer un programa de tv y lo demuestra con cada frase o reacción.
Ha conseguido superar los retos que le ha puesto la organización (es la nueva heroína de sus compañeros) y eso, como nos contó Lara Ferreiro, le ayudará a superar el trauma de no haberse superado en su primera llegada a Honduras. Sin duda la actitud de la mayor de las Campos ha cambiado mucho. Lo está dando todo y por eso no ha dudado en contar algunas cosas privadas e íntimas de su familia.
Ha sido durante las últimas horas cuando la hermana de Carmen Borrego, mientras hablaba con Makoke y Carmen Alcayde sobre una posible maternidad a estas alturas de la vida, ha confesado lo que le dice su hija cuando coge a su nieto Carlos Jr. Y es que Alejandra es muy protectora tanto con su madre como con su hijo. "No tendría yo una pareja que tuviera niños. Ni muerta", ha sentenciado primero Terelu. "Se pone nerviosa. Mi hija se pone nerviosa cuando cojo al niño en brazos. Me dice 'que pesa, que pesa mucho' y yo le respondo 'que puedo, de verdad'. Si de verdad veo que no puedo porque me duele y tal pues lo voy a soltar. Pero sí, la pobre se preocupa porque el niño ya pesa mucho. Siempre me dice que no esté incómoda", ha añadido.

Terelu Campos cuenta lo que le dice su hija cuando coge a Carlo Jr. en brazos.
Telecinco
Tras el vídeo, Joaquín Prat ha preguntado a Carmen Borrego, que se encontraba el plató del programa de la mañanas de Telecinco, si Terelu ejercía o no mucho de abuela con su primer nieto. "Creo que más de lo que pensamos. Yo que pensé que nunca iba a ejercer y ahora ejerzo un montón. Estoy encantada", ha asegurado la colaboradora. "¿Quién ejerce más?", ha querido saber el presentador. "Creo que lo hacemos de distinta manera. Espero que con lo que digo no suba el pan, que cada vez que digo algo, sube. Yo soy más de ir a recogerlo al cole, de llevármelo a casa a dormir... Y ella es más de ratitos", ha explicado la hermana de superviviente.
La segunda oportunidad de la madre de Alejandra
Terelu se ha montado este regreso a Honduras de una manera muy diferente a la primera vez que llegó a los Cayos Cochinos. Está mucho más tranquila y relajada y eso se nota. De hecho, la psicóloga Lara Ferreiro nos contó que la presentadora se lo está tomando como una segunda oportunidad para demostrar su valía.
"Va a tener un impacto positivo. Ella se ha sentido defraudada consigo misma porque no ha conseguido llegar a su objetivo, que era superar el tiempo que estuvo su hermana Carmen Borrego", comenzó diciéndonos a la revista Lecturas. "No hizo bien su concurso anterior, esos 20 días de convivencia, se fue por voluntad propia, abandonó. Volver va a ser una reparación de su ego como superviviente, como mujer… Ella ahora se siente como en los servicios secretos de 'Supervivientes'. Le encanta, lo vive como una reparación de no haber podido ser esa concursante que le hubiera gustado ser", añadió la profesional. "Esa misión, con ese objetivo tan importantísimo, creo que va a hacer que tenga un importantísimo impacto positivo para ella, al menos a priori. Ahora va a resarcirse de su culpa, de sus miedos y lo va a vivir con mucha alegría porque su cerebro sabe que no se tiene que quedar, que es un viaje de ida y vuelta. Eso es importante", añadió.