Sandra Barneda se confiesa, en exclusiva: "Nagore y yo vivimos separadas y estamos muy bien así"

Corría el año 2016 cuando Sandra Barneda y Nagore Robles empezaban una incipiente relación que se ha convertido en una unión adulta, sólida y sincera. Sus publicaciones en Instagram llena de guiños, mensajes velados, pero llenos de pasión, traían locos a la prensa y a sus seguidores. Sangore es real: una 'carpeta' por la que no podían estar más emocionados. Tan entusiasmados como sus protagonistas, cuyo juego de insinuaciones, que se volvía cada vez más excitante, era su manera de salvaguardar con celo su intimidad.

Superada la profunda crisis que les llevó a darse un tiempo, Sandra Barneda y Nagore Robles volvían a darse una oportunidad a principios de este año. Ambas han estado, la una para la otra, a las duras y a las maduras. Y maduras, este 2020, han habido importantes, con una pandemia que ha hecho que tengan que hacer malabarismos para alimentar su amor y cuidar del travieso Nash, su simpática mascota.

Nagore fue la primera que leyó su aplaudida novela. También la primera que la animó a celebrarlo, aunque fuera en la soledad de su casa, disfrutando de la satisfacción del trabajo bien hecho con una copa de vino. Y es que la pareja no comparte techo, como decisión meditada y consensuada. "Vivimos separadas. ‘Living alone’ [vivir sola]. Cerquita, pero sí", confiesa en las páginas de Lecturas. Ninguna de las dos tiene prisa por dar el siguiente paso en la relación.

"Todo tiene su momento. Por ahora, cada una en su casa. Estamos muy bien así. Ya veremos luego. De momento, no nos lo planteamos porque, tal y como estamos, nos sentimos muy a gusto. Creo que todo llegará", afirma con esa felicidad en sus palabras que proviene de la sensación de que todo funciona, todo es perfecto y no se siente la necesidad de añadir cambios. La experiencia de la armonía.

El hecho de que no vivan juntas 'mitigó' los problemas que habrían sido preocupantes cuando Sandra dio positivo en coronavirus. "Cuando empecé a sentirme mal, con un resfriado leve, me hice la prueba, di positivo y, claro, ya no nos pudimos ver. Ella se fue a su casa, porque Nagore, además, es de riesgo, es asmática. Se hizo hasta tres PCR...", admite con alivio, pero también recordando la angustia que vivieron en ese momento. A partir de entonces, cada una confinada en su casa, cuenta que "todo era superbonito, pero también muy triste", pues apenas les quedaba unos instantes para verse cuando Nagore le dejaba a Nash. "Con mascarilla, todos los días, desde los los extremos del portal, nos veíamos 30 segundos y se marchaba". No ha sido una prueba fácil, como para muchas parejas en su situación, pero no cabe duda de que su lazos han acabado reforzados y su amor fortalecido.