Desde hace ya más de tres años, la vida de María José Campanario ha dado un giro que ni ella ni su familia esperaban. La enfermedad que padece la mujer de Jesulín de Ubrique la ha llevado a menudo a ser ingresada en hospitales y clínicas y a interrumpir, durante mucho tiempo, su carrera y su trabajo como odontóloga y, por supuesto, sus apariciones públicas. Y aunque la salud es lo primero, lo cierto es que María José ha vuelto siempre al trabajo lo más rápido que ha podido tras su recaídas porque hacerlo la llena de vida. Ahora, está buscando un nuevo camino profesional con unas condiciones algo más concretas.
No es que la mujer del torero deje la odontología, ni mucho menos, sino que, tal como apunta Jaleos, de El Español, está buscando un nuevo trabajo que esté ubicado más cerca de su casa. Las razones por las que Campanario quiere cambiar de clínica están más que justificadas, y es que su complicado e inestable estado de salud le dificultaría mucho el tener que coger el coche cada día desde su urbanización en la sierra de Cádiz hasta Sevilla capital, donde trabaja.
La familia Janeiro-Campanario reside actualmente en Arcos de la Frontera, aproximadamente a 90 kilómetros -180 entre la ida y la vuelta- y casi una hora y media en coche de Sevilla. "Lo de Sevilla le venía muy mal. Su intención es dejarlo porque es una pasada. Quiere dedicarse a la odontología infantil y que su puesto de trabajo esté más cerca de casa", dice una fuente cercana a la odontóloga a la revista.
Y es que los ataques que sufre María José Campanario debido a la fibromialgia la llevan al hospital cada pocos meses y los fuertes dolores que sufre debilitan enormemente su salud e incluso, los más demoledores, le impiden incluso moverse o hablar. "Ella conduce pero ha habido una temporada que por la medicación tampoco estaba en condiciones al cien por cien como para trabajar todos los días y a esa intensidad", dice la fuente a Jaleos. Por ello, María José estaría buscando un trabajo adaptado a su estado de salud y mucho más cerca de su domicilio para poder acercarse disminuyendo el riesgo de sufrir un ataque en carretera, para tranquilidad de su entorno.
La mujer de Jesulín de Ubrique ha estado ingresada por su enfermedad hasta en diez ocasiones en los últimos tres años. Hace casi un año, Campanario sufría una fuerte recaída y debía pasar parte de las navidades ingresada en el hospital.