Nadie lo esperaba cuando el pasado 2024 el príncipe Nicolás de Grecia, sobrino de la reina emérita Sofía, anunció que se separaba de Tatiana Blatnik después de 14 años de matrimonio. Y es que fue dicho y hecho, porque poco después llegó el divorcio. Eso sí, lo que dejó a todos totalmente anonadados fue que apenas unos meses después (concretamente siete de noviazgo) es que el tercer hijo de Constantino II, tío de Felipe VI, volviera a darse el sí quiero con Chrysi Vardinoyannis.
Fue sin duda uno de los eventos del año tras el primer divorcio familiar en un siglo, pero para Nicolás mereció la pena. Podríamos decir que fue un flechazo entre los dos. Una historia de amor de cuento con la que pusieron el broche de oro el pasado 7 de febrero en un enlace muy familiar (acudió la infanta Cristina junto a su tía Irene y su madre) que celebraron en la iglesia de San Nicolás de Rangava, la más antigua de Atenas. Un evento que generó un gran revuelo y que sin duda fue un shock para Tatiana.
Totalmente estupefacta con lo ocurrido con su exmarido y lejos del hermetismo que suele envolver a todo lo relacionado con las casas reales europeas, Blatnik ha roto su silencio en una entrevista para 'Vanity Fair'. "Terminar un matrimonio largo nunca es fácil, pero es posible separarse con amor y dignidad si se prioriza el respeto mutuo. No dimos nada por zanjado. Evolucionamos hacia una nueva etapa", ha asegurado.
Ya recuperada de una etapa "dolorosa", lo cierto es que Tatiana solo tiene buenas palabras y sentimientos hacia Nicolás. "Formar parte de la familia real griega ha sido un privilegio y un honor. He aprendido muchísimo: valores como el amor y el servicio a la patria, la unidad familiar y, por supuesto, conocí Grecia. Los admiro y respeto a todos, especialmente por su sólida unidad familiar. Estar casada con Nicolás ha sido un privilegio, y siempre le tendré un profundo respeto. Nuestra historia ha marcado una etapa muy importante de mi vida. Sin él, no viviría en Grecia", ha asegurado la hija de Estar casada con Nicolás ha sido un privilegio, y siempre le tendré un profundo respeto. Nuestra historia ha marcado una etapa muy importante de mi vida. Sin él, no viviría en Grecia, uno de los empresarios más importantes el país.

Nicolás de Grecia y Tatiana Blatnik antes de su divorcio.
GTRES
Tatiana, que en su día aseguró que se había enamorado de Grecia gracias a la mirada de su marido, también ha contado que la belleza del país la sigue impresionando, lo que le hace estar muy conectada con sus habitantes. De hecho, quedarse allí tras la separación no ha sido para nada un suplicio. "Es mi hogar, nunca había vivido en un país tanto tiempo, he albergado un profundo sentido de pertenencia hacia el que considero mi país. Quedarme no era el camino fácil, pero es que lo fácil no es lo mío. Empezar de nuevo en otro lugar me habría resultado más sencillo sobre el papel, pero no en el corazón", ha dicho en la mencionada revista.
Sobre lo que ha aprendido en el último año, la exmujer de Nicolás ha reconocido que "la sanación no es un proceso lineal", pero "tampoco encontrar un propósito en la vida". Y es que según Tatiana, "a veces no ves las cosas claras antes de saltar, sino después". Eso sí, li que más le define en este tiempo es la palabra "confianza". Eso sí, ha reconocido que en este tiempo su madre, Blanca Brillembourg, ha sido quien ha estado a su lado: "Ella me entiende mejor que nadie. Es mi gran apoyo. Nunca nos peleamos. En general, no suelo discutir con nadie. Soy una persona muy pacífica".
Amante de España porque siempre ha estado muy ligada a nuestro país por su progenitora, Tatatiana ahora es una mujer libre que quiere emplear su vida en ayudar a los demás. No obstante, la empresaria por ahora va a pasar las vacaciones de verano en Grecia, aunque ahora un viajecito a Italia junto a su hermano Boris y sus sobrinos. Feliz con estos meses tan familiares, Blatnik ya tiene planeado que lo que hará es estar tranquilar, "leer, pasear descalza por la playa y conectar con el resto de gente" para empezar con mucha energía el nuevo curso.