Apenas queda una semana para que conozcamos el nombre del ganador o ganadora de esta edición de Supervivientes, de la que Laura Matamoros y José Luis han sido los primeros dos finalistas. Precisamente la primera está teniendo unos días complicados con sus compañeros con los que pasa de hacer las paces y llevarse de maravilla, a recibir ataques por parte de estos.

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A un paso del final

Primero vayamos a lo bueno, a lo idílico: la cita de Laura y Alejandro. Cita por llamarla de alguna manera porque de lo que se trató fue de dos viejos amigos (no por la edad, sino por lo que llevan vivido a sus espaldas en el reality) cenando, charlando, perdonándose y durmiendo juntos. Lo que hasta hace unas semanas atrás hacían de manera constante, pero que, de pronto, se torció por una ‘traición’ de Caracuel a Alba y a ella. Tras pasar una noche de hotel, todo parece arreglado. Los dos han ganado paciencia con el descanso, y se han permitido perdonarse. Laura ha advertido a su amigo que todos van a por él, que es uno de los más fuertes y harán todo lo posible para quitárselo del camino. Le ha pedido que no se fíe y esté alerta, Alejandro ha admitido haberlo sentido y cree que los otros, a veces, han jugado sucio. El modelo se ha terminado arreglando con su amiga cuando le ha dicho que ella se merecía estar con él disfrutando del increíble regalo en esta prueba de recompensa.

Y, ahora, todo lo malo. Laura ha tenido que soportar cómo José Luis le decía que no era merecedora de estar en la final. Recapitulemos. Hace solo unos días le decía que sí en la gala, y ahora le dice que no. ¿Qué ha pasado? Cuenta el MasterChef que ha estado haciendo examen de conciencia y que aquello que le dijo, se arrepiente. “Quiero pedir disculpas lo primero. Hace un par de semanas Laura me pidió perdón por los insultos tan graves que me había dicho, se las acepté. El rollo que llevamos ahora es cordial y más o menos bueno, pero el otro día, cuando Sandra me preguntó si Laura se merecía estar en la final dije que sí, pero mi respuesta es que no. Lo digo ahora porque entonces no quise echar leña al fuego. No lo dije porque no quería enfrentarme. Mi respuesta de quién se merecía llegar a la final es Iván y Ale. Yo no soy de mentir y tengo un ‘roer’ todo el día…”, entonces Laura le aliviaba, “José Luis, duerme tranquilo porque me da exactamente igual lo que tú pienses”. Genio y figura, hasta la sepultura.