Se prodiga tan poco en televisión que cualquier entrevista de Jesulín de Ubrique termina siendo un acontecimiento. El torero, volcado en su regreso a los ruedos, ha querido acudir a Amigas y conocidas para hacer algo de promoción de esta nueva cita -por si no habíamos tenido bastante con los delirantes vídeos que ha protagonizado-. Claro que, al final, de lo que menos se habló fue de su vuelta a la profesión. El torero terminó confesado que sí, había tenido muchas ofertas encima de la mesa y con cantidad que dejan alucinado...
Acostumbra a hablar a través de entrevistas en papel pero hace mucho que Jesulín de Ubrique no acude con normalidad a un plató. La enfermedad de su mujer, María José Campanario, ha agrandado, todavía más si cabe, la distancia que le separa de los medios. Lejos queda aquel torero que derrochaba simpatía y gracejo cada vez que pisaba un estudio. Ahora, más sereno y reflexivo, Jesulín mide mucho sus palabras, aunque sin perder la naturalidad.
El diestro acudía a Amigas y conocidas para promocionar su vuelta a los ruedos y aprovechaba para lanzar algunos titulares de lo más jugosos. ¿Está pensando en aceptar nuevos retos? “Si yo hubiese dicho que sí a todo lo que me han ofrecido...”, aseguraba el torero. “Y con un cheque en blanco sobre la mesa. Pero hay cosas que nunca haría”. Jesulín se refería, claro, a su comentadísima participación en más de un realities. Supondría el fichaje del momento.
“Lo último que me han ofrecido ha sido ir a un programa en otra cadena dos semanas y no he querido”. Pese a no pronunciarse explícitamente, quedaba bastante claro que se refería a GH VIP. El torero habría tenido la posibilidad de pactar un encierro de dos semanas pero habría preferido descartarlo. “Hay cierta cadena que no me da tregua”. Su enfado con Mediaset pesa más que el cheque. También le habrían ofrecido concursar en Supervivientes.
Sonia Ferrer, en contacto con el representante del torero, se veía en posición de asegurar que con lo que le habían ofrecido “se puede quitar varias hipotecas”. ¡Menudo pastizal! Pues ni con esas le habrían convencido. ¿Es la sombra de Belén demasiado larga? ¿No quiere enfrentarse a tener a la colaboradora analizando cada detalle de su estancia en la casa?