Los príncipes Carlos y Harry han demostrado, una vez más, que no podrían estar más distanciados. Desde que el duque de Sussex partiera a Estados Unidos, la relación entre padre e hijo ha sufrido una serie de altibajos de la que no se ha recuperado. Al menos, eso es lo que parece tras ver las últimas acciones del marido de Meghan Markle ante la nueva polémica a la que se enfrenta su progenitor.
El príncipe Harry ha querido desvincularse del último escándalo de la fundación de su padre. Todo después de que el pasado es el director ejecutivo de la entidad y hombre de confianza del príncipe Carlos, Michael Fawcett, dimitiera de su cargo de forma permanente después de que saliera a la luz un supuesto trato de favor y tráfico de influencias hacia el magnate saudí Mahfouz Marei Mubarek, para que el la fundación consiguió el título de caballero y la ciudadanía británica a cambio de donaciones.
![Carlos y Harry](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 1200 799"%3E%3C/svg%3E)
Los príncipes Carlos y Harry, en una imagen de archivo
Mientras que la propia fundación ha abierto una investigación interna para aclarar todo lo sucedido, el príncipe Harry no ha tardado en salir al paso para desvincularse de lo ocurrido, al aclarar que él rompió lazos con el magnate en el 2015 y que entonces ya “expresó su preocupación” por este asunto.
“El Duque tuvo una reunión planificada con este donante hace casi ocho años, no le presentó a ningún miembro de la Familia Real y expresó su preocupación sobre él”, aseguran fuentes cercanas al príncipe Harry, según recoge el diario ‘The Sunday Times’. No obstante, tal y como afirma ‘The Telegraph’, en la residencia del príncipe Carlos nadie recuerda que expresara estos temores, razón por la que el heredero al trono continuó reuniéndose con el millonario saudí en múltiples ocasiones.
Un escándalo del que el príncipe Carlos también ha intentado defenderse. Desde Clarence House aseguraron que el heredero al trono “no tenía conocimiento” de lo ocurrido. No obstante, el asesor del magnate, William Bortrick, insiste en que estaba al tanto y que apoyó este trato de favor.