Fue en 2011 cuando Victoria y Daniel de Suecia se mudaban, un año después de su boda, a su nueva residencia familiar. Entonces las obras de restauración llegaban a su fin, unas remodelaciones que alcanzaron los cinco millones de euros. La impresionante residencia, conocida anteriormente como el Pabellón de la Reina, está ubicada en el impresionante parque de Haga (Solna), a las afueras de Estocolmo. De ahí su nombre: Palacio de Haga.
Junto a la impresionante edificación, a orillas de la bahía Brunnsviken, se encuentran también el Pabellón de Gustavo III, la Casa de las Mariposas (Fjärilshuset) y las ruinas del palacio estilo Versalles que el Rey Gustavo III planeaba construir. Un proyecto que nunca se materializó.
"Haga supone un sentimiento especial para mi familia y para mí. Mis abuelos paternos, el príncipe Gustavo Adolfo y la princesa Sibila, vivieron en Haga con sus hijos. Y mi padre, el actual Rey, nació aquí. Puede parecer raro, pero nunca he tenido la posibilidad de conocer a mis abuelos, y vivir en Haga me da una sensación de estar más cerca de ellos. Siento como que el círculo se ha cerrado", confesaba en su día la hija mayor de los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia.
El Palacio, de estilo italiano, llevaba varios años sin ser residencia de la Casa Real, y la vuelta de la princesa Victoria supuso también una redecoración costosa que, tras las diferentes imágenes compartidas a través de redes sociales, no se ha librado de las críticas.
[Imágenes: Kungahuset]