Carlota Casiraghi (38 años) sobre su faceta de estudiante: “Nunca sabemos qué nos espera, así que debemos mantener la mente abierta y seguir nuestros deseos”

Carlota Casiraghi ha querido sincerarse sobre algunos detalles de una época bastante reciente en su faceta de estudiante, ofreciendo un consejo a los que siguen sus pasos

Carlota Casiraghi
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Carlota Casiraghi (38 años) es conocida de manera internacional. la hija de Carolina de Mónica y Stéfano Casiraghi es una habitual de muchas alfombras rojas y todo un icono de estilo y elegancia. Sin embargo, son pocos los detalles que se conocen sobre su vida privada y sus aficiones, entre las que destacan la literatura. Carlota ha querido recordar su etapa de estudiante para ofrecerle un consejo a aquellos que siguen sus pasos en este sentido.

Carlota tiene dos hijos y recientemente se ha convertido en noticia debido a su separación de Dimitri Rassam. Sin embargo, si hay algo que ha acaparado en las últimas semanas la polémica es la relación con su madre, muy cuestionada por algunos medios franceses. Con sus últimas apariciones públicas han demostrado que no hay nada de distanciamiento entre ellas, haciendo gala de la unión familiar junto a su hermana Alexandra de Hannover.

Su valioso consejo

Carlota estudió Literatura y Filosofía, sus dos grandes pasiones que a día de hoy continúa ejerciendo para acercarla a un público más joven a través de diferentes encuentros para fomentar este tipo de lectura. No obstante, fue una de las mejores estudiantes que se recuerden, ya que su profesor de instituto confirmó que en 30 años no había visto a nadie tan inteligente.

En cualquier caso, en el país vecino acaban de finalizar el año académico, por lo que han querido contar en el Instituto Católico de París con la hija de la princesa monegasca para que diese unas palabras a los alumnos del mismo centro donde ella estudió. Además, se trata de un recuerdo muy bonito, puesto que en el año 2023 ella regresó a las aulas para realizar un máster precisamente de Filosofía.

Carlota se ha convertido en la madrina, donde reconoce en un vídeo que han compartido desde las redes sociales de la escuela que regresar a este lugar le provocaba “una sensación extraña”, aunque también reconocer guardar “muy buenos recuerdos del jardín” del campus universitario. Al convertirse en madrina se ha tenido que enfrentar a diferentes sentimientos que le hicieron recordar todo lo que había hecho.

Por ello, no dudó en expresarlo a través de este vídeo. “Había trabajado muchísimo. Hacía varias cosas a la vez, no era solo una estudiante. Tenía muchas otras actividades, así que me sentí orgullosa y realizada”, confesaba la nieta de Grace Kelly. Entre esas otras actividades que menciona se refiere evidentemente a su condición de personaje público desde su nacimiento y a su labor como madre.

Por otra parte, Carlota no se ha querido olvidar de los magníficos profesores de los que tanto aprendió y tanto le han marcado de por vida. Por ello, ha querido lanzarle un consejo a estos alumnos que finalizan sus estudios y a los siguientes que lo comiencen el próximo año. “Recuerden que todo lo que aprendimos en la universidad, todo el conocimiento que nos transmitieron, es algo valioso. Nunca sabemos qué nos espera, así que debemos mantener la mente abierta y seguir nuestros deseos”, aconsejaba Casiraghi.

Carlota se sincera

La relación que guarda Casiraghi con la prensa siempre ha sido excelente. Poco importa el hecho de pertenecer a una Casa Real tan importante y lujosa como la de Mónaco, ya que ella siempre se ha mostrado muy cercana con los medios. No obstante, hace aproximadamente un mes dio un paso más allá y escribió una columna para el medio francés ‘Madame Figaro’ donde ha reflexionado sobre diferentes cuestiones de la vida.

Carlota Casiraghi
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“Decir o mostrar la verdad brutalmente, sin tomar las cosas en detalle, sin reservas, sin consideración por el otro, puede convertirse en una violencia que la exigencia de verdad no justifica. Hay seres, situaciones y cosas que solo se pueden tocar si son delicados y se abordan con delicadeza”, escribía sobre la exposición mediática a la que ha estado sometida desde su nacimiento.

No obstante, debido a sus estudios ha podido encauzarlo a este respecto. “Quizás la filosofía participe de este aprendizaje de la delicadeza, y de la ética de la consideración que conlleva, prestando especial atención a las palabras y sus matices, intentando así captar la complejidad y la fragilidad de lo humano, sin intentar forzar las cosas ni usar la verdad como arma”, explicaba. “Pero ¿acaso todo tiene que ser delicado? Lo que viola la sensibilidad sin consideración ni reservas a veces es necesario para estar en armonía inmediata con la verdad. También es virtuoso enfrentarse a uno mismo, verdades que uno no quiere ver”, reflexionaba la sobrina de Estefanía de Mónaco.