El término zasca se inventó para situaciones como esta. Alguien trata de explicar sus informaciones cuando el implicado se empeña en boicotearlo, ¿qué más se puede hacer? Belén Esteban estuvo espléndida ayer en Sálvame. La colaboradora tenía novedades del affaire que rodea a María Lapiedra y el paparazzi Gustavo González y no pensaba tolerar que nadie menospreciase su información. A ver si ahora no va a tener derecho a dar su versión...

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El mensaje de Belén Esteban que descolocó a la audiencia de 'Sálvame'

Belén Esteban Sálvame

Ni una tarde de tranquilidad en Sálvame. El programa más exitoso de las tardes consigue llevar a los colaboradores hasta el límite. Claro que ahí está toda la gracia del asunto. No importa si el tema en cuestión es la tormenta sentimental de Arantxa Sánchez Vicario, el supuesto engaño de Raquel Bollo o, como era el caso, el enamoramiento entre María Lapiedra y Gustavo y todos los flecos que les rodean. El paparazzi trataba de desmentir las informaciones que habían llegado desde varias fuentes aunque sin demasiado éxito.

Kiko Hernández no era el único, en esta ocasión, que tenía información para aportar. También Terelu ha estado toda la semana aportando los datos que conoce de una persona muy cercana al conflicto. Belén aprovechaba el momento para contar sus propias informaciones, coincidentes con las que había dado Kiko Hernández cuando, de repente, Gustavo comenzó a poner caras. Para el paparazzi, nada de lo que contaba Belén tenía sentido y, claro, a la colaboradora le molestó sobremanera.

Oye, Gustavo, yo vengo aquí para dar información que me han dado mis fuentes, como tú has hecho mil veces”, le respondía de forma cortante. ¡Pues claro que sí! A ver si ahora unos tendrán privilegios sobre otros. “Yo he contado lo que a mí me han contado”, explicaba Belén. “Esto es un programa donde se ha contado una historia. ¿Qué tengo que hacer yo?”. A la copresentadora le sabía mal por su compañero pero la noticia es la noticia.

No es la primera vez que le ocurre. También Carlos Lozano intentó menospreciar el trabajo de Belén asegurando que ella no era periodista. Como si ahora, para trabajar en televisión y aportar noticias, uno tuviese que aportar el certificado de licenciatura. Puede que Belén no sea periodista pero si le llega una información, ¿cómo no va a compartirla?