Raquel Bollo se ha manifestado. Esta semana han salido unas informaciones acerca de su presunta mala salud económica. Su antiguo programa, 'Sálvame', ha llevado a cabo una investigación que la colocarían a ella y a su pareja fuera del cortijo sevillano en el que viven. Al parecer, contarían solo con "quince días para recoger sus cosas y abandonar el cortijo", según el reportero del programa. Asimismo, la investigación habla de que su excompañera tendría sus propiedades embargadas. Estos datos demostrarían, por lo tanto, que su vuelta a la televisión no ha sido por 'mono' a los platós, sino por necesidad.
La colaboradora de 'Viva la vida' ha hablado y lo ha hecho dolida y molesta. Encuentra que estas indagaciones que se han hecho sobre su vida han sido un golpe bajo, ganas de hacerle daño, aunque desde el programa le han pedido perdón y han declarado que nada más lejos de la realidad. "Es muy injusto, con todo lo que he dado a este programa", dicen que han sido sus palabras más repetidas. Además, a Mila Ximénez le han asegurado que está "hecha polvo y llorando todo el día".
Raquel ha confesado que, efectivamente, no está pasando por su "mejor momento" y tiene "una deuda con Hacienda", pero la está pagando "poquito a poco" y ha "bajado bastante", según palabras del reportero José Antonio León. Ha dejado claro, que ella "no tiene embargos", que lo que tiene son "anotaciones de embargos", por lo tanto ella puede seguir viviendo en su chalet situado en Espartinas (Sevilla) y que tiene a medias con su exmarido 'Semi'.
Y contradice a todos aquellos que aseguran que su tienda tiene problemas de solvencia. "La tienda va bien", ha declarado tajante. Por cómo se están desarrollando las cosas en las últimas horas, tanto Raquel Bollo como su novio, el empresario Mariano Jorge Gutiérrez, están "muy enfadados".
Por el momento y desde que prácticamente iniciaron su relación ella y Mariano, el Cortijo 'Águila Real' es también el hogar de Raquel y es donde vive actualmente. "A mí nadie me ha dado ningún tiempo para tener que dejar el cortijo", le decía a un reportero de 'Sálvame' con un tono duro. Asegura eso sí, que se están haciendo reformas en lo que sería "la parte de las bodas". Ha confesado que Mariano "lleva un tiempo queriendo vender la finca para comprar otra cosa". Sin embargo, ya bastante crispada con la insistencia del reportero ha dicho: "No le deis la vuelta a lo que no es. Si tú tienes una propiedad y tú la vendes, a ti no está echando nadie. Tú haces con ella lo que a ti te conviene más, si ves otra cosa a la vista. Mariano se dedica a eso: compra un piso y, si después le dan más, pues lo va a vender".
Por el momento, y en el caso de que la transacción de compra-venta se efectúe con éxito, no sabe cuál será el próximo paso de Mariano. Sobre la venta, habría un "acuerdo de palabra, pero aún no se ha firmado nada y el plazo máximo de dos semanas corresponde al tiempo que les habría dado Mariano a sus socios para comprar la propiedad. Los compradores han metido a unos trabajadores a empezar las obras de reforma para ir adecentando jardines, fuentes... Solo los aspectos exteriores de la finca, porque dentro Raquel sigue viviendo con Mariano", asegura José Antonio León. Según también el reportero de 'Sálvame', en el registro de la propiedad no figura el nombre del empresario como titular físico.
Kiko Hernández ha añadido otra versión de los hecho que, más que arrojar luz, crean mucha más confusión. Según el tertuliano, "la propiedad no es de Mariano. Él solamente tiene lo que es el alquiler. Los propietarios han vendido la finca y, en dos semanas, los nuevos propietarios, quieren la finca vacía y la quieren explotar esta próxima temporada de bodas. Y no quieren que lo gestione mariano. Los recientes compradores ya tendrían bodas contratadas para esta temporada", de ahí las prisas porque Raquel y Mariano abandonen el lugar.